Esta gráfica da miedo y explica por qué nos va a tocar sufrir

Esa gráfica que veis corresponde a la inflación en España que alcanzó un pico del 9.8% en mayo y que sigue con un preocupante 8.7% en abril. También es preocupante la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en mayo medio punto, hasta el 4,9%, su valor más alto desde octubre de 1995.

Durante mucho tiempo el BCE defendió que la inflación era transitoria y que por tanto no era necesario modificar la política monetaria, lamentablemente llevamos ya siete meses con los precios subiendo más de un 5% cuando el objetivo del BCE es mantenerlos en torno al 2%.

Que la inflación subyacente en España sea de casi el 5% significa que no se trata de un problema puntual, que el desmadre de los precios no es culpa ni de la OPEP ni de Putin ni de los chinos, que es un problema de fondo que nos va a costar mucho quitárnoslo de encima y que nos hará perder poder adquisitivo a todos.

El efecto más inmediato lo hemos notado a la hora de llenar el depósito o comprar comida pero todavía nos queda por delante adaptarnos a las subidas de tipos que nos hará subir considerablemente la cuota de la hipoteca en cada revisión.

Como hemos calculado hace poco, si esto sigue así probablemente a finales de año un hipotecado medio pagará cerca de 1.500€ más anualmente, prácticamente con el mismo sueldo y pagando más por el resto de las cosas.

La inflación es uno de los mayores males económicos a los que puede estar sometido un país, un peligroso virus que acaba con cualquier economía e incluso con las democracias.