En el afán de los bancos por vendernos todo tipo de productos, CaixaBank podría meterse en un lío con su tarjeta de crédito híbrida, así lo cree la asociación ASUFIN que ha interpuesto una denuncia ante el Banco de España señalando que este producto “presenta unas características que pueden no ser adecuadas para todos los consumidores”.
Según indican, “no nos mostramos contrarios a que las entidades financieras ofrezcan distintos modelos de tarjetas de débito y crédito, pero consideramos una práctica comercial preocupante iniciar una campaña para sustituir progresivamente la tarjeta de débito por otra opción híbrida, no exenta de riesgos”.
“ASUFIN considera que la tarjeta de débito es un serviciofinanciero básico, esencial para permitir la inclusión financiera, que en ningún caso debe ser una opción más cara que las tarjetas híbridas o de crédito“, concluye la denuncia.
Otra cuestión polémica de estas tarjetas es el gancho de la ‘gratuidad’. Los usuarios les han trasladado que, aun teniendo vigente la tarjeta de débito, han sido llamados para cambiarla por la tarjeta MyCard ‘sin coste adicional’.
Algunas personas se han quejado también de que no les dieran opción por una tarjeta de débito o que les insistieran en las bondades de la tarjeta MyCard. Finalmente, los usuarios de Bankia han sido los que más se han quejado por el cambio de condiciones, al considerarse perjudicados, teniendo que optar por una tarjeta de crédito encubierta sin coste aparente cuando con Bankia su tarjeta de débito no tenía ningún coste cumpliendo determinadas condiciones.
De hecho, y aunque aparentemente no tiene coste para el consumidor, lo cierto es que en cada operación se está invitando al cliente a aplazar el pago, pudiendo ser el origen de un problema de sobreendeudamiento.
En el caso de la tarjeta MyCard, se permite fraccionamientos de hasta 12 meses, incluso después de que se haya hecho el cargo en cuenta (2 días después de la compra), retrocediendo el movimiento.
Todas las modalidades de liquidación la asimilan a una tarjeta de crédito, lo que convierte un instrumento básico de pago, para emplear con el dinero disponible en cuenta, en un producto que invita al endeudamiento.
Consideran que la tarjeta de débito como un instrumento de control del gasto es una medida para evitar el sobreendeudamiento al cargar las compras sobre saldos. Mientras las tarjetas de débito diferido permiten comprar por encima del saldo, por la posibilidad de fraccionamiento de las operaciones en el momento de la compra y después.
ASUFIN viene insistiendo sobre esta cuestión desde hace tiempo. En el mes de febrero de este año, enviaron un documento a BEUC y Finance Watch con el objetivo de hacer llegar a la Comisión Europea la petición de que estas tarjetas se incluyeran en la futura Directiva de Crédito al Consumo.
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A mi me cambiaron las tarjetas de débito de las dos cuentas en Caixabank, o mejor dicho las cambié yo en cuanto empezaron a cobrar por las de débito, por dos tarjetas gratuitas y efectivamente de crédito ambas: una de las cuentas tiene la mastercard con pago a fin de mes y otra una visa&pay (o mycard) que adeuda el cargo en la cuenta bancaria a los 2 días de haberlo realizado.
También en ambas cuentas cualquier recibo domiciliado que entre por un importe mínimo de 50 euros tiene la opción de fraccionar el pago.
No me ha cambiado la vida en absoluto ni que aparezca la opción del fraccionamiento en la cuenta ni pasar de tarjetas de débito a crédito.
En lo único que estoy de acuerdo con ASUFIN es que ambas tarjetas (crédito y débito) deberían de tener el mismo coste de mantenimiento o incluso ser GRATUITAS y ya cada cual que escoja el sistema que más le interese, pero que este tipo de tarjetas inviten al endeudamiento o que no pueden ser adecuadas a todos los consumidores, me parece tan absurdo como pensar que la gente no sabe qué saldo tiene en su cuenta o cuál es el importe de su nómina.
Como siempre el consumidor es el que debe ser responsable del gasto que hace. Se puede hablar de desinformación en cuanto a su funcionamiento, pero no de que el gasto se tenga o no que pagar.