Este martes comenzó una huelga de 45.000 estibadores en los puertos de la Costa Este y el Sur de Estados Unidos, lo que podría costar unos 5.000 millones de dólares diarios y agravar la inflación si se interrumpen las cadenas de suministro. Los trabajadores, representados por la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), dejaron sus puestos tras vencer sus contratos, afectando a 36 puertos, incluidos los de Nueva York y Houston.
El sindicato asegura que los cargamentos militares y cruceros seguirán operando. La huelga, la primera en la Costa Este desde 1977, se desató tras fracasar las negociaciones con la Alianza Marítima de EE.UU. (USMX), que agrupa a 40 navieras. Las discrepancias giran en torno a los salarios y la automatización.
El contrato caducado ofrecía salarios de entre 20 y 39 dólares por hora. Ahora, la ILA exige un aumento del 77% en seis años, alcanzando los 69 dólares por hora en 2030.
La mayor federación de sindicatos de EE.UU., AFL-CIO, apoya a los estibadores y acusa a los empresarios de retrasar las negociaciones, mientras que la Casa Blanca insta a un acuerdo sin intervenir directamente.