Si queremos conocer los movimientos que hará en los próximos meses el BCE basta con ver lo que está haciendo ahora la Fed estadounidense ya que está calcando sus movimientos al milímetro con un desfase de pocos meses.
Desgraciadamente para los hipotecados parece que tendremos tipos de interés elevados durante mucho tiempo, ayer mismo conocimos la noticia de que la Reserva Federal (Fed) podría considerar un nuevo incremento de las tasas de interés durante su próxima reunión y evidentemente esto ha sembrado inquietud en los mercados financieros. Hace apenas una semana, esta posibilidad parecía muy lejana, pero los datos recientes indican que las posibilidades han aumentado drásticamente. Según el consenso del mercado de Bloomberg, casi un 40% de los inversores cree que podríamos ver un aumento en el ‘precio del dinero’ para junio, en comparación con el 10% que lo creía hace siete días.
La Fed ha estado realizando un delicado acto de equilibrio en los últimos tiempos, tratando de indicar que el ciclo de alza de tipos podría haber llegado a su fin, pero sin afirmarlo categóricamente. En su última reunión, el Comité de Mercados Abiertos de la Fed eliminó una frase clave que había estado utilizando durante el año anterior para indicar que se avecinaban más aumentos de las tasas. En lugar de esto, dijeron que “evaluarían la situación de la economía reunión a reunión” antes de tomar una decisión.
La interpretación más común de este cambio en el lenguaje de la Fed fue que las subidas sistemáticas de tipos habían llegado a su fin y que el banco central se estaba preparando para tomar un descanso, como lo habían anticipado los mercados durante meses. Sin embargo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que la entidad esperaría hasta su reunión de junio antes de confirmar si este descanso es real o no.
Los datos recientes sobre la inflación, que mostraron una contracción por décimo mes consecutivo, parecían reforzar la teoría de una ‘tregua’ por parte de la Fed. El IPC cayó por debajo del 5% por primera vez en dos años, aunque el indicador avanzó en términos mensuales un 0,4% y la inflación subyacente se mantuvo prácticamente sin cambios.
Sin embargo, declaraciones recientes de altos funcionarios de la Fed parecen haber sacudido las expectativas del mercado. Lorie Logan, presidenta de la Fed de Dallas, indicó que aún no ve suficientes datos para respaldar una pausa en las subidas de tipos. Philip Jefferson, miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, también expresó que no había visto “signos de una caída significativa” en la inflación y advirtió que el progreso en la lucha contra los precios “se ha desacelerado”.
Estos comentarios, junto con otros similares de miembros de la Fed, han creado un clima de preocupación entre los inversores. Las probabilidades de una subida de tipos han aumentado, mientras que las expectativas de un recorte se han desplomado. Hace solo un tiempo, cerca del 40% de los analistas creía que se produciría un recorte de 25 puntos básicos en la reunión de julio. Ahora, solo un pequeño 6.3% de ellos considera esta posibilidad como viable. En cuanto a la anticipada disminución de las tasas de septiembre, se necesitaría esperar hasta noviembre para que las probabilidades sean mayores al 50%.