¿Cómo y cuándo reclamar los gastos de tu hipoteca en España?

Si compraste tu vivienda antes de 2019 y tuviste que pagar todos los gastos del préstamo hipotecario, todavía estás a tiempo de reclamar y recuperar las cantidades. Incluso puedes hacerlo si tu hipoteca ya está cancelada o si has vendido el inmueble.

Antes de la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario en 2019, al contratar un préstamo hipotecario, las entidades financieras obligaban a sus clientes a pagar todos los gastos derivados de la operación. Sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal Supremo de España determinaron que las cláusulas que imponen a los clientes el pago de estos gastos son abusivas y nulas. En consecuencia, las entidades financieras deben devolver a sus clientes la totalidad de los gastos de hipoteca. Estos son los de registro, gestoría y tasación, así como la mitad del gasto de notaría, pagados en su momento.

La reclamación de los gastos hipotecarios tiene su origen en los incumplimientos por los bancos, de forma sistemática, de la normativa de protección a consumidores y usuarios. En 2015, el Tribunal Supremo confirmó la nulidad de las cláusulas de gastos pero, pese a señalar que los clientes no debían abonar todos ellos, no entraba a valorar el concreto reparto. No fue hasta 2019 cuando el Tribunal Supremo volvió a valorar la cuestión y estableció que los bancos debían devolver la mitad de la factura de notario y gestoría, así como la totalidad del gasto de registro.

La existencia de un plazo para reclamar las cantidades fue confirmada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2020, pero sin llegar a determinar desde cuándo empiezan a contar esos plazos para reclamar cantidades. No obstante, en el peor de los escenarios posibles finaliza en enero de 2024.

Para realizar la reclamación, necesitarás un conjunto de documentos que te permitan demostrar que has abonado los gastos en cuestión: escritura de la hipoteca, factura de los gastos de notaría, factura de los gastos de gestoría, factura del registro de la propiedad, factura de la tasación del inmueble, justificante de pago de la comisión de apertura de la hipoteca y copia del DNI/NIE

Los pasos para reclamar tus gastos hipotecarios son simples y fáciles de seguir. Primero, recopila todas las facturas correspondientes a los gastos que abonaste al contratar tu préstamo hipotecario. Luego, reclama a tu entidad bancaria, preferiblemente por la vía extrajudicial. La entidad dispondrá de un plazo máximo de un mes para responder a tu solicitud. Si tu banco acepta, recibirás el importe. Si rechaza, podrás elevar tu queja al Banco de España. Si la respuesta siguesiendo negativa, puedes demandar a tu banco ante el juzgado de primera instancia que te pertoque. Si ganas el juicio, recibirás el importe de vuelta. Sin embargo, si pierdes, deberás hacerte cargo de los costes del proceso.

Muchos han sido los lectores que han llevado ellos mismos la reclamación ya que se trata de unas gestiones bastante sencillas, podéis aprender como hacerlas aquí.

Son 4 facturas.
1) Factura de tasación. Te devolverán el 100% IVA incluido.
2) Factura de gestoria del banco. Generalmente agrupa el punto 3 y el 4. Te devuelven el 100% IVA incluido.
3) Factura de aranceles de notario por la constitución de la hipoteca. Te devuelven el 50%
4) Factura de aranceles del registrador de la propiedad al inscribir la hipoteca. Te devuelven el 100%.

Es importante recordar que cada caso es diferente y puede variar dependiendo de las circunstancias individuales, por lo que puede ser útil obtener asesoramiento legal antes de proceder con una reclamación. Al considerar esta opción, es esencial entender completamente las implicaciones financieras y legales de la reclamación de los gastos de hipoteca.

En definitiva, si contrataste una hipoteca antes de 2019 y pagaste gastos que ahora se consideran injustos, es posible que tengas derecho a una reclamación. Considera tus opciones y decide qué camino es el mejor para ti. Recuerda, el tiempo para reclamar podría estar agotándose, por lo que es importante actuar con prontitud.