Comprar un vino en el supermercado para alguien que no entiende es bastante complicado, generalmente la única información que tenemos (además de la denominación de origen) es su precio y asumimos que los vinos caros son mejores que los baratos. Para ayudarnos, o más bien para animarnos a elegir uno, muchas veces vienen acompañados de pegatinas con los premios recibidos así como notas de cata de guías como Parker o Peñín.
Los consumidores frecuentemente basan su elección de vinos en los galardones que adornan las botellas, que pueden impulsar las ventas hasta un 15%. Así, los productores están dispuestos a desembolsar sumas significativas por participar en concursos de degustación con la esperanza de incrementar sus ventas. Pero, ¿representan las medallas obtenidas en estos concursos la verdadera calidad del vino o simplemente el costo de participación? Esta pregunta fue explorada por el equipo “On n’est pas des pigeons”, un programa de televisión y revista belga dedicado a proteger a los consumidores.
El equipo, dirigido por Eric Boschman, quien fue nombrado el mejor sumiller de Bélgica en 1988, seleccionó el peor vino que pudieron encontrar en un supermercado después de una cata detallada. Su elección fue una botella de 2,50€, a la que le cambiaron la etiqueta y la llamaron ‘Chateau Colombier’ para hacerla parecer un producto premium. Inventaron una historia sobre cómo estaba hecho con uvas autóctonas de las Côtes de Sambre y Meuse en Valonia, y envolviéndolo en una etiqueta visualmente atractiva.
El equipo de “On n’est pas des pigeons” inscribió su vino en la Gilbert & Gaillard International Wine Competition, un concurso de vinos de gran reputación que otorga medallas cada trimestre. Las reglas requerían que los participantes pagaran una tarifa de 50€ y proporcionaran datos detallados de los vinos inscritos, tales como niveles de azúcar y alcohol. Sin embargo, aprovechándose de que los organizadores no realizaban sus propios análisis de laboratorio y no verificaban la información proporcionada, presentaron datos falsos típicos de un vino de alta calidad.
Además, Boschman emprendió una campaña de marketing para el vino barato, alabándolo en redes sociales y entre sus colegas sumilleres, aprovechando la influencia que estos tienen en el sector. Este vino de 2,50€, presentado como excepcional, logró la medalla de oro en el Gilbert & Gaillard International Wine Competition, siendo descrito por los jueces como “sedoso, fresco, y con un paladar agradable, de aromas frutales y complejidad agradable.”
Finalmente, el equipo de e “On n’est pas des pigeons” lanzó una advertencia a los consumidores: “No todas las medallas de oro de los vinos son iguales. Algunas competiciones son más profesionales que otras, mientras que algunas simplemente se organizan como un negocio”.
Sin duda una advertencia válida para todas las reviews o premios que veamos de prácticamente cualquier producto.
12 comentarios
Hay que mandarle una botella de ese vino a Pedrito Sánchez y tambien aquí al Ximo Puig y al Ribo y a la Colau también, que están de celebración hoy…
Que resulta que la gente no entiende mucho de vinos, ni tampoco de política, pero si en vez de vino vas y le pones vinagre, a lo mejor se dan cuenta y te lo escupen en la cara ….
Ahora a ver si no coge el Falcon y se vaya a S.oros, para que le ayude de aquí a diciembre a convencer a suficientes botantes que el vinagre el el nuevo vino chupi guay…
El gran oráculo Tezanos tambien de enhorabuena hoy…
es que todo eso viene muy bien con el articulo de hoy… porque practicar el cambiazo, ayuda, pero tiene sus limites y al final todo viene a su sitio… lastima que las perdidas generadas mientras, siempre nos toca pagarlos a los mismos…
mira que va y convoca elecciones… será que el “boyante” otoño que nos espera le restaría aun mas votos…
Lo que no dice es si Falconeti otra vez querrá ser presidente o se retira ya …
A tí te mandaría otra botella para ver si aprendes a escribir….. “botantes”
Y de paso , aprender escribir ejpertos tambien…
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aunque aprender tambien que ciertas “faltas” de ortografía se pueden utilizar adrede como una herramienta literaria, para enfatizar algo, tambien te puede venir bien a ti :-)
Jajajajajajajaja… el tema da para mucho….
En España tenemos la guía Peñín como referencia…. guía que tiene cierto siesgo para las bodegas “amigas”, entendiendo amistad como generosidad para según qué tiendas “inscritas” al régimen.
También hay premios que tienen cierta tendencia a premiar los vinos de sus…. patrocinadores…
Yo tengo como guía la Parker que me asegura que si está por encima 90 puntos, el caldo es excelente…. luego hay el precio o gusto de cada uno que ajusta la compra.
Hará cierto tiempo catamos con unos amigos un Vega Sicilia 5º año, un Picapoll tinto de muy poca producción de Terra Alta carillo y un “expósito” (es decir, sin DO pero cercano a Ribera de Duero) que valía 10 euritos. Para mí, el de 10 euritos era más completo que los otros… todos estaban riquísimos pero el “expósito” tenía una riqueza de gustos más “moderna” y te incitaba a alargar la cata.
Y es que al final los expertos te explican lo que les gusta a ellos con su sabiduría pero yo, con m i ignorancia, tomo los que me gustan.
Con el tiempo uno mejora el gusto, pero al final vas a lo que te gusta….
Este sábado mismo, en un restaurante me fui a un vino de 28€…..que como los baratos estaban en 15-18, al final por 10 euros más (entre 2 o 3) te tomas algo realmente de calidad…
No si también eres sumiller. Jo.der es que no te falta un perejil en el tontopollómetro.
Anda di que hasta hace 2 días seguías votando a Ciudadanos, otros engañaviejas como tú y mira como han acabado.
Trilero de mier.da.
Los vinos son como los equipos de audio de alta fidelidad: Los “expertos” disponen de capacidades sobrehumanas con las que son capaces de distinguir detalles y matices que cambian por completo el producto. Pero ninguno de los dos aguantan una prueba de doble ciego. Sí, lógicamente los hay mejores y peores (y en el caso del audio sí que se emplean pruebas de doble ciego, por ejemplo para el diseño de codecs de audio), pero gran parte de la experiencia es la “mística” que es propia del marketing del producto, y no del producto en sí. Los “matices” del vino o la “profundidad” que da el cable al sonido (no entremos ya en los cables digitales de miles de euros por no tener oxígeno) son historias que embellecen el producto y nos atontan a la hora de la compra.
Y las medallitas pintadas en los vinos, las botellas de agua, las verduras y similar, pues más de lo mismo.
la “magia del marketing” es muy parecida a la magia de Mario Draghi , que muy bien todo, pero si se usa mas allá de la cuenta , se gesta el desastre…
Un producto con calidad real de 80 sobre 100, con un marketing bueno, puede ganar a un producto con calidad real de 90 sobre 100.. y hasta darle mayor satisfacción al consumidor…
El problema viene porque la tentación de sustituir calidad real por marketing, es enorme…. y da igual como de perdido anda el cliente, ya cogida la senda de vender humo colorado, siempre se llega al punto donde el cliente se da cuenta del cambiazo…
Y luego lo que pasa es que en la empresa han despedido a todos los que sabían hacer un buen producto y los han sustituido por creadores de humo coloreado y resulta que ya no son capaces de desandar el camino y volver a mejorar el producto…
Por lo del articulo de hoy, tuve una anécdota a principios de mayo…
en un rato libre, decidí poner un comentario falso sobre nuestra empresa en una de las plataformas Trust…
Y el comentario falso coló sin problemas… y allí sigue…
A los 2 días me contactan de la plataforma y me dices:
Aquí es donde me costó no soltar una carcajada… porque yo mismo había colado un comentario falso sin problemas.
Pero seguí escuchando como trabajan… Cobran de las empresas una buena pasta para darle herramientas para gestionar esos comentarios, responder, publicar en la web, etc…
Pero tambien dan la posibilidad a las empresas a invitar a sus clientes a dejar comunarios, pudiendo la empresa elegir a quien invita… Ya solo con eso, la cosa esta mas que trucada, porque la empresa puede invitar solo a los que sabe que están contentos y tener nota máxima, que nada tiene que ver con la realidad…
Lo de las valoraciones es un negocio muy trucado, con muchas empresas con “Trust ” en el nombre que no son nada de fiar…
No suelo beber mucho, básicamente porque suelo ser el “chófer” casi todas las veces…
Y tampoco entiendo mucho de vinos, aunque mi padre sí y algún tío también, así que, si necesito alguna botella por lo que sea, tengo a quién acudir…
Creo que la única vez que me pedí una botella de vino para mí, que en realidad fue media, fue una vez, hace años, en Córdoba, al probar un rabo de toro en salsa. Aquello pedía un vino tinto a gritos, y le pedí al camarero una copa; pero lo único que podía ofrecerme era media botella…
Ni recuerdo la marca; pero el maridaje fue estupendo.
Respecto a las elecciones, no sé hasta que punto unas locales pueden ser indicativo de unas generales…
Donde vivo el alcalde es buena gente y está “limpio”, al menos hasta donde yo sé, y ha hecho cosas buenas en y por el pueblo, y promete seguir trabajando para mejorar los accesos, crear empleo y tal, así que me decidí a votarle en de de botarle…
Pero para las generales no pienso votar a ese “color”…
Sobre todo porque me temo que ese color no va a poder hacer nada si no se apoya en cierto partido “verde”; pero solo de color, no de ideología…
PD: No sé si habréis visto este otro artículo:
https://www.euribor.com.es/2023/05/26/volvio-el-coco-de-los-hipotecados-hay-que-subir-mas-los-tipos-de-interes-y-dejarlos-en-nivel-maximo-bastante-tiempo/
Por una parte pienso que nos van a empobrecer a base de bien…
Por otra me da por pensar si los “halcones” miran por la inflación, o por los bancos…
Y, claro, pensando pensando, uno termina pensando mal…
No sé yo si hará falta que lo hipotecados del Sur de Europa nos organicemos y rodeemos la sede del BCE… Lo mismo hasta se nos unen hipotecados de otros países…