Se suele decir que los españoles tienen bastante incultura financiera pero lo cierto es que cuando se trata del gasto más grande que se tiene, la hipoteca, por norma general se comportan de una manera bastante lógica y razonable.
Un reciente informe de iAhorro ha evidenciado un incremento del 48% en la amortización de préstamos hipotecarios, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Este fenómeno económico está intrínsecamente vinculado a la escalada continua de los tipos de interés, que ha provocado un inevitable aumento en las cuotas mensuales de las hipotecas variables.
La amortización de un préstamo hipotecario es el proceso por el cual se reduce el principal de la deuda, normalmente a través de pagos regulares durante un período de tiempo. En un entorno de altas tasas de interés, como el actual, la amortización anticipada puede ser una estrategia financiera inteligente. Algo que no lo era cuando los tipos estaban en cero.
En medio de la creciente tensión económica, muchos han optado por emplear sus ahorros para reducir la deuda con sus bancos. Es en este contexto, donde la estrategia de amortización se vuelve particularmente atractiva, especialmente considerando el nivel actual del Euribor, la tasa de interés de referencia para la mayoría de las hipotecas en la zona euro. Si uno tiene la capacidad de adelantar los pagos en su préstamo hipotecario, puede lograr un ahorro considerable en los intereses pagados.
En el espectro de los préstamos hipotecarios, es común que los ahorros en intereses sean más sustanciales en los primeros años tras la firma del contrato. Este patrón se debe a la estructura de la mayoría de los préstamos, en los que la proporción del pago que se aplica al principal es menor al principio y aumenta con el tiempo.
La situación actual presenta un escenario interesante: reducir el plazo de la hipoteca, en lugar de disminuir la cuota mensual, puede generar un beneficio relevante para los hipotecados. Esta táctica, aunque puede incrementar la carga financiera en el corto plazo, puede resultar en un importante ahorro a largo plazo, ya que la deuda se liquidaría en un período más corto.