La gran gestora de activos, BlackRock, ha mostrado una visión bastante cautelosa sobre la economía mundial, expresando dudas sobre la eficacia de las medidas adoptadas por los bancos centrales en su lucha contra la persistente inflación, y puso en relieve una serie de “macrofuerzas” que parecen impulsar al alza los precios a niveles incómodos.
BlackRock, con una cartera que equivale a la tercera economía más grande del mundo, afirmó que las instituciones monetarias no estarán ahí para atenuar el golpe como lo hicieron anteriormente. Javier García Díaz, el jefe de ventas para Iberia del coloso estadounidense, planteó este argumento durante una presentación en Madrid. Señaló que los bancos centrales han sido los responsables de esta situación debido a sus intentos por controlarla.
La inflación ha demostrado una resistencia excepcional frente a los intentos de los bancos centrales para mantenerla a raya. La creencia en BlackRock es que los esfuerzos actuales no serán suficientes. El pronóstico es que la Reserva Federal de los Estados Unidos aumentará las tasas hasta un 5.75%, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) realizará, como mínimo, dos incrementos adicionales, llevando las tasas hasta el 4.75%, sin duda un palazo para los hipotecados ya que el Euribor podría acercarse al 5%.
En relación con la lucha contra el incremento de precios, el tono de BlackRock fue algo pesimista. García identificó un nuevo régimen económico, impulsado por una serie de “macrofuerzas” que están conduciendo a un aumento en la inflación. Estos factores van desde tensiones geopolíticas hasta el cambio demográfico, pasando por la transición hacia energías más limpias.
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos frescos, sigue siendo alta, recordó García. Se registró un 6,8% en la zona euro en junio, y un 5,3% en los EE. UU. en mayo, muy por encima del objetivo del 2% establecido por los bancos centrales.
BlackRock observó un giro desde un período de crecimiento estable y baja inflación a un ambiente de mayor volatilidad, inflación alta, restricciones de oferta y, con las subidas de tipos, una mayor rentabilidad en la renta fija. Esto requerirá que los inversores sean más tácticos para obtener beneficios.
BlackRock, con $9,09 billones en activos bajo su administración, anticipa cambios en su enfoque de inversión tradicional. García sugiere que la rentabilidad del 7% lograda en la última década podría verse reducida a la mitad en la próxima década si no se adapta a este nuevo contexto.
Para afrontar estos cambios, García enfatizó la necesidad de ser más creativos. Identificó “megatendencias” como la revolución digital y la inteligencia artificial, la desglobalización y la transición hacia energías más limpias como oportunidades potenciales. Según García, el futuro de las finanzas se está alejando de los bancos y hacia estos nuevos campos de crecimiento.