Mira las imágenes de arriba. Una de ellas se llama bouba y la otra kiki ¿sabrías identificarlas?.
Más de el 95% de la gente elige la forma redondeada como bouba y la puntiaguda como kiki. ¿Por qué?. Básicamente porque sí. Nuestro cerebro tiene sesgos y en este caso relacionamos formas redondeadas con sonidos y letras redondeadas.
Desafurtunadamente estamos llenos de prejuicios, algunos tan inofensivos como éste pero algunos que pueden afectar a nuestro trabajo y a nuestra economía, veamos 5.
La devaluación reactiva es la tendencia a devaluar una propuesta en función de su procedencia. Depreciamos los argumentos de los demás porque no son los nuestros.
Se propuso en el año 1991, cuando Lee Ross y Constance Stillinger realizaron un experimento en el que preguntaban a la gente si apoyarían un programa de reducción de armas nucleares bilateral drástica. Cuando los sujetos pensaban que la propuesta vino de Ronald Reagan, el 90% dijo que sería positivo o neutro para los EE.UU. Sin embargo, cuando pensaban que la propuesta vino de Mikhail Gorbachev, sólo el 44% pensaba que era bueno para los EE.UU.
La devaluación reactiva nos hace juzgar una propuesta basada en su autor y puede hacer que pasemos por alto algunas grandes ideas. A menudo, puede que no sea porque vemos necesariamente el autor como un adversario, sino porque no somos tan amistosa con ese miembro del equipo como lo son con los demás. Esto, naturalmente, nos hace más abiertos a las ideas de los que vemos como amigos.
En lo político/económico lo vemos constantemente, la misma propuesta nos puede parecer buena o mala en función de quién la haga. Como concepto ¿Os parece lo mismo una subida de impuestos propuesta por Pablo Iglesias que una propuesta por Rajoy?
El Efecto Bandwagon, también conocido como el efecto de arrastre, “efecto de la moda” o de “subirse al carro” y relacionado cercanamente al oportunismo, es la observación de que a menudo las personas hacen y creen ciertas cosas fundándose en el hecho de que muchas otras personas hacen y creen en esas mismas cosas. Está muy estudiado y hay pruebas como el experimento de Asch sobre conformidad
En política lo vemos con los sondeos, que condicionan el voto de muchos y en economía con productos y modas, el más reciente las colas en las tiendas de Apple. En inversiones se ve constantemente con empresas de moda en las que uno puede invertir porque lo hacen los demás, sin molestarse en analizar que hay detrás (Gowex… pescanova…)
La horrible verdad es que la mayoría de la gente es perezosa. No queremos pensar por nosotros mismos, y muchas veces pensamos que si alguien ya ha adoptado algo, no puede ser malo. Lo que ocurre es que, o bien nuestra percepción o nuestro juicio se descarrilaron.
El efecto de arrastre nos lleva a no luchar por nuestras decisiones, por lo que creemos. Lo que es más, en realidad se altera en lo que creemos. Nos hace conforrmistas, se frena la originalidad y proclama la muerte a la innovación. Nos hace olvidar por qué hacemos las cosas que hacemos.
Un ejemplo es el problema de la vela: Tenemos una vela, una caja con chinchetas y cerillas, con estas tres cosas hay que colocar la vela encendida fijada a un tablón o a una pared
Mientras que algunas personas encuentran soluciones muy creativas, la mayoría es incapaz de ser que pueden colocar la caja con una chincheta en la pared, y colocar la vela en ella.
Los niños de cinco año no sufren de fijación funcional porque no tienden a ver los objetos con una única finalidad.
La fijación funcional no mata totalmente la creatividad (algunos utilizaron incluso la cera cera derretida para fijar la vela a la pared). Lo que hace, es que mata a nuestra eficiencia al hacernos ciegos sobre cómo podemos utilizar los objetos que nos rodean para lograr nuestros objetivos.
Imaginate que te presentan dos urnas opacas, cada una con diez bolas. La primera tiene cinco rojas y cinco negras; las de la segunda también son rojas o negras, pero en una proporción desconocida. Hay mil euros para quien acierte el color de la bola que saldrá, sabiendo que puede elegir la urna de la que quiere sacarla. ¿Por cuál se decantaría usted? La mayoría opta por la primera, incluso aunque paguen algo menos, cuando las probabilidades de acertar son idénticas.
La paradoja de Ellsberg es una contradicción que se da en la economía y que fue demostrada en 1961 por Daniel Ellsberg, analista de inteligencia de los Estados Unidos. La paradoja de Ellsberg afirma que la gente prefiere los riesgos cuantificables a los desconocidos o dicho de otro modo, que los individuos tienen aversión a la ambigüedad.
Es un error muy común a la hora de invertir, preferimos aquellos productos con una rentabilidad garantizada a aquellos con un rendimiento histórico más elevado pero que no nos garantizan un valor. En lo laboral nos ocurre lo mismo, muchos odian su trabajo pero la seguridad de éste les impide buscar uno nuevo.
Si has leido este artículo y piensas que estos prejuicios no van contigo es que padeces el prejuicio del punto ciego. Este sesgo nos hace pensar que, si bien los sesgos se aplican a los demás, somos inmunes a ellos. Tendemos a pensar que somos mejores que los demás en lo bueno y menos malos que los demás en lo malo.
Esto en inversión es especialmente peligroso ya que podemos creernos más listos que el mercado cuando en materia de inversiones, el mercado es el que manda.
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Artículo interesante.
Creo que tengo todos menos el último. Será por eso que no me atrae invertir en bolsa.
A mí hay dos cosas que me echan para atrás a la hora de "invertir" en bolsa:
Por que esto de casarse, tener hijos, hipotecarse (x2) y perder una de las fuentes de ingresos familiares (aparentemente ya de por vida) pues como que tiene su cosa...
Para invertir lo que no falla nunca es mirar los números y esperar..... si la empresa es buena y tiene beneficios a la larga será buena y te reportará beneficios.... si la empresa es mala y da pérdidas hay el sesgo de querer ser el más listo de la clase y el 99% de casos acaba en catástrofe.... si hablamos de invertir....
Si lo que quieres es especular, te lees estos sesgos y los 9.999 más que hay rondando por ahí..
El tema es que quieren vender la estadística como la pócima milagrosa de la inversión... y sesgos y volatilidades y tonterías de estas... y no... es mucho más fácil..... estar al caso y cuando una empres que va bien pierde de vista al cliente y a la competencia, cambio de tercio.... ya sea Nokia, Kodak o algunos aristócratas más de los blue-chips pasados....
Warren Buffet dijo que el no sabía usar un iPhone... pero cuando ve a gente que renuncia a tener un segundo coche pero no a tener un iPhone, ve que es una buena empresa...
Vete a ca.gar engañaviejas de los co.jones