Hoy hemos conocido que el Banco de Santander va a iniciar la comercialización de hipotecas inversas este mismo año, un producto que puede parecer la solución de los problemas financieros de mucha gente mayor pero que puede convertirse en una ruina.
Una hipoteca inversa es un tipo de producto financiero que permite a los propietarios de viviendas, generalmente de edad avanzada, convertir parte del capital acumulado en su vivienda (el valor de su propiedad) en un flujo de ingresos o un pago único de dinero. En lugar de hacer pagos mensuales a un prestamista, como se hace con una hipoteca convencional, el prestamista hace pagos al prestatario mientras este sigue residiendo en su vivienda hasta que fallece.
La hipoteca inversa tiene muchas desventajas y riesgos para los consumidores. Este tipo de hipoteca puede ser complejo de entender para muchos prestatarios, lo que puede llevar a malentendidos y malas decisiones.
Veamos algunos problemas que presenta y que han causado situaciones muy delicadas para algunos clientes.
- Riesgo de desalojo: Si el prestatario no cumple con ciertas condiciones, como pagar los impuestos sobre la propiedad y los seguros, o si decide mudarse, puede encontrarse en una situación donde se le exija el reembolso total del préstamo, lo que podría llevar a la venta forzada de la casa y al desalojo.
- Obligación de contratar un seguro de vida y un seguro de hogar con la entidad, lo que aumenta el coste del producto.
- Te impide acceder a ayudas públicas para la dependencia o la vivienda, ya que tu patrimonio se ve incrementado por el préstamo.
- Te limita tu libertad para disponer de tu vivienda, ya que no puedes alquilarla, reformarla o venderla sin el consentimiento de la entidad.
- Te expone a posibles abusos o fraudes por parte de la entidad, que puede aprovecharse de tu situación de vulnerabilidad o desconocimiento.
Por tanto, antes de contratarla es conveniente revisar muy bien las condiciones y si hay dudas, contratar el asesoramiento de un experto.