No por obvio deja de ser importante y es que además de pensar en los hipotecados, también hay que hacerlo en los millones de ahorradores que durante tantos años han visto como la inflación, y los tipos en negativo, se ha comido gran parte de su patrimonio. La reciente subida de tipos del BCE tendrá un impacto directo en ellos ya que los bancos tarde o temprano (más bien tarde para los grandes y temprano para los pequeños) repercutirán esta subida en la rentabilidad de sus depósitos.
Un ejemplo lo tenemos en el depósito Facto que recientemente incrementó la rentabilidad de su depósito a 6 meses hasta el 4% y ya hay bancos europeos, como Banca Sistema, que rozan el 4.5% para sus depósitos a 12 meses. Es bastante previsible que los bancos más interesados en captar ahorradores suban en breve los intereses con lo que la barrera del 4% será derribada por unos cuantos.
Si las medidas del BCE surgen efecto y logran controla la inflación los ahorradores podrán por fin poner a trabajar a su dinero y lograrán unos intereses mayores a la subida de precios recuperando así parte del poder adquisitivo perdido durante estos años.
Desgraciadamente la alegría va por barrios y la subida de tipos afectará directamente al euribor, encareciendo tanto a las hipotecas ya firmadas como a los nuevos préstamos hipotecarios a tipo variable y fijo. Para las hipotecas variables existentes, esto significa que los intereses se incrementarán cuando se revisen en los próximos meses, lo que resultará en cuotas más caras para los titulares de estas hipotecas. Además, es probable que las entidades financieras también encarezcan las hipotecas a tipo fijo y mixtas como estrategia para compensar el aumento del Euríbor.