Una de las trampas más utilizadas para conseguir una hipoteca con un interés bajo es el de obligarte a contratar con el banco los seguros, domiciliar la nómina y contratar una tarjeta de crédito, lo que ellos llaman amablemente “bonificaciones” pero que realmente son “vinculaciones”.
Ahora parece que esa técnica está llegando también a los ahorradores, concretamente a los depósitos que lo ven como una manera de ofrecer mejores intereses pero con unos costes algo ocultos.
Por ejemplo Openbank tiene en un depósito con una remuneración del 3,07% para solo para quien domicilie una nómina, pensión, prestación por desempleo o ingresos mensuales de al menos 600 euros al mes. En caso de no hacerlo, el depósito da un 2,01%.
Lo mismo ocurre con los depósitos de Kutxabank y Caixabank. La primera ofrece hasta un 3% para los clientes con mayores vinculaciones con nómina, recibos domiciliados, fondos de inversión y planes de pensiones, entre otros; mientras que Caixabank ofrece hasta un 2%. El de este último banco parte de una rentabilidad del 1%, que se incrementa en función de si se contrata o mantiene vigentes determinados productos y servicios comercializados por Caixabank, como un seguro de vida, de salud o de hogar, una alarma o un servicio de protección senior o MyBox Jubilación; y también de si se domicilia una nómina de al menos 600 euros durante seis meses.
Son tres ejemplos de una práctica generalizada en las entidades financieras españoles que de momento se están mostrando muy perezosas en repercutir en los ahorradores las subidas de tipos del BCE.