Lejos quedaron los días en el que para calcular lo que pagas cada mes bastaba con irse a una calculadora de hipotecas, meter el importe, el interés (o el diferencial en el caso de las variables) y los años. Con esos tres factores ya sabías lo que ibas a pagar y solo te quedaba por decidir si te interesaba una hipoteca fija o una variable (a lo que ahora le sumamos las mixtas)
Con la llegada de los tipos negativos, el negocio de los bancos dejó de estar en los intereses que te cobraban para centrarse en otros elementos, una estrategia comercial que se sigue usando pese a que el Euribor esté ya camino del 4.5%. Veamos tres gastos en los que tienes que fijarte especialmente para no llevarte sustos.
Los seguros.
A la hora de contratar una hipoteca te pueden obligar a contratar un seguro del hogar, no tiene que ser con la misma entidad financiera pero esta va a hacer todo lo posible porque lo hagas ahí. Además del seguro del hogar el banco puede pedirte otros, como es un seguro de vida o uno de protección de pagos. Al final son gastos recurrentes que vas a tener que pagar año tras año y aunque no figuren dentro de los intereses a efectos prácticos para ti lo suponen ya que significa un incremento en la cuota mensual.
Esto es importante, todo lo que suponga un incremento de la cuota mensual significa un incremento escondido de los tipos de interés.
Los productos complementarios.
En la mayoría de las ocasiones las hipotecas se ven bonificadas mediante la contratación de otros productos con el banco, algunos obligatorios (como los seguros) y otros voluntarios como es la cuenta corriente en la que domiciliar la nómina o la contratación de tarjetas de crédito. Aquí hay que tener especial cuidado ya que algunos bancos incluso han llegado a colocar tarjetas revolving que han sido condenadas por cobrar intereses abusivos. Lo que ganas con los intereses bajos de la hipoteca lo puedes perder con los intereses de la tarjeta. Mal negocio.
Comisiones por amortización anticipada.
Cuando uno contrata una hipoteca muchas veces ve inviable el poder amortizar antes de tiempo, afortunadamente son muchos los casos en los que los clientes pueden hacerlo, en el caso de las las hipotecas a tipo fijo tienen una comisión por riesgo del tipo de interés. mediante la que penalizan al cliente si decide amortizar la hipoteca antes de los primeros cinco años.
Afortunadamente desde la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria todos los costes de la hipoteca corren por parte del banco (excepto la tasación que algunos bancos obligan a pagarlo al cliente.)