Si estás en el proceso de elegir una hipoteca, es importante que sepas cómo comparar las diferentes opciones disponibles. Los tipos de interés y los diferenciales son solo el comienzo; hay muchos otros factores que debes considerar.
1. Hipotecas de tipo fijo: Lo que debes saber
En una hipoteca de tipo fijo, el interés se determina principalmente por la duración del préstamo. Aquí, es vital comparar tanto el TIN (Tipo de Interés Nominal) como la TAE (Tasa Anual Equivalente). Mientras que el TIN es el coste básico del préstamo, la TAE incluye gastos adicionales y comisiones, ofreciendo una imagen más completa del costo real.
2. Hipotecas variables: Más allá del diferencial
Cuando se trata de hipotecas variables, el diferencial es un factor clave. Este es el porcentaje que se añade al euríbor para determinar tu pago mensual. Sin embargo, no olvides considerar la TAE, que incorpora todos los costes asociados al préstamo.
3. Hipotecas mixtas: El producto de moda
Las hipotecas mixtas son un producto bastante nuevo en el panorama actual que se está convirtiendo en las favoritas para los españoles ya que incluyen una cuota fija durante los primeros años de la hipoteca (que es cuando más gastos suele haber y menor seguridad laboral) y una cuota variable los finales-
4. Comisiones: No las pases por alto
Las comisiones pueden variar significativamente entre diferentes hipotecas y suelen ser mayores en las fijas. Algunas pueden tener una comisión de apertura, mientras que otras pueden incluir comisiones por amortización anticipada o por cambio de entidad financiera.
5. Productos asociados: ¿Merecen la pena?
Algunas hipotecas ofrecen unos intereses más bajos si te comprometes a contratar productos adicionales, como seguros o cuentas bancarias. Aunque esto puede parecer atractivo, asegúrate de que realmente necesitas estos productos adicionales antes de comprometerte y de que no estén cobrando un sobreprecio.
6. Tu perfil
A la hora de concederte una hipoteca las condiciones variarán de tu perfil así como de tu solvencia, no es lo mismo ser un funcionario que un trabajador recién contratado, la máxima de los bancos es prestar dinero a quien no lo necesite así que deberías asegurarte tener un buen perfil para obtener una mejor hipoteca.
7. Tu banco de toda la vida no tiene por qué ser el de tu hipoteca
Casi todos tenemos un banco de toda la vida porque nos hemos acostumbrado a trabajar con él y a veces es un engorro irse a otro, esto es un error pero es un error cómodo. Cuando hablamos de hipotecas hablamos de algo muy serio que te va a perseguir durante muchos años así que lo mejor es que busques, busques y busques, hasta encontrar la mejor, sea en el banco que sea.