Si estás considerando una hipoteca a tipo variable, una de las decisiones más importantees es el plazo de revisión del tipo de interés. Algunos bancos ofrecen revisiones semestrales, mientras que otros optan por revisiones anuales. Aquí te explicamos cómo cada opción podría afectar tus pagos mensuales y cuál podría ser la mejor para ti.
¿Cómo funciona el tipo de interés variable?
El tipo de interés de una hipoteca variable se determina sumando el Euríbor a un diferencial específico. Este cálculo se realiza al inicio de la hipoteca y se repite en intervalos regulares, generalmente cada seis meses o anualmente.
¿Qué significa la revisión?
Durante el plazo de revisión, se verifica el estado actual del Euríbor. Si ha aumentado desde la última revisión, tu cuota mensual subirá; si ha disminuido, tu cuota bajará.
¿Por qué optar por una revisión semestral?
Si el Euríbor muestra una tendencia a la baja, una revisión semestral podría beneficiarte, ya que tu cuota se ajustará a la baja más a menudo.
¿Y una revisión anual?
Si el Euríbor está en alza, una revisión anual podría ser más ventajosa, ya que retrasaría cualquier aumento en tu cuota mensual.
¿Qué es mejor?
La elección entre una revisión semestral o anual es en última instancia una decisión personal. Algunas personas prefieren la previsibilidad de una revisión anual para gestionar mejor su presupuesto, ya que les permite saber cuánto pagarán durante el próximo año sin sorpresas, de todas maneras no deja de ser algo meramente anecdótico ya que el Euribor suele tener tendencias muy largas, tanto al alza como a la baja, con lo que de media se terminará pagando prácticamente lo mismo sea revisando al año o a los seis meses.