Una de las ilusiones más comunes de cualquier español es la de tener una segunda residencia en la playa, algo que lamentablemente cada vez es más complicado a no ser que sea a “tocateja”, no obstante se trata de un activo que se puede utilizar tanto para disfrute personal como para inversión, aquí te ofrecemos una guía con 10 claves para hacer una compra exitosa.
Es la regla de oro de cualquier inmueble. La ubicación es importante, tanto si buscas una propiedad económica como si aspiras a una mansión frente al mar. Una buena localización es un activo que mantendrá su valor incluso en tiempos difíciles. Puedes modificar casi cualquier cosa de la casa menos su ubicación.
Muy relacionado con la primera regla de oro, las propiedades en primera línea de playa son las más valoradas y, por tanto, las más caras, no obstante a veces el sobreprecio a pagar con respecto a una segunda o tercera línea es demasiado.
Explora diferentes costas y compara precios. Cada región tiene su propio encanto y potencial de rentabilidad. Utiliza portales inmobiliarios para ayudarte en tu búsqueda y sobretodo no tengas prisa, las segundas residencias suelen tardar mucho más en venderse que un piso en el centro de una gran ciudad así que no te precipites.
Piscina, garaje, pista de pádel… son atractivos, pero evalúa si realmente los necesitas y si se ajustan a tu presupuesto ya que además suelen incrementar el precio de la comunidad y los vas a utilizar muy poco tiempo.
Muchos piensan que alquilar su propiedad en verano cubrirá todos los gastos. Sin embargo, es vital hacer un análisis detallado de los costos, que muchas veces subestimamos y posibles ingresos, que suelen corresponder a tres o cuatro meses como mucho.
Asegúrate de que la zona tenga buenos servicios e infraestructuras, como transporte público, hospitales y tiendas. Quizás no los necesites ahora pero seguro que los necesitarás dentro de unos año.
Inspecciona la propiedad cuidadosamente antes de comprar ya que muchas veces se tratan de viviendas no habitadas. Considera la posibilidad de contratar a un experto para evaluar la estructura y posibles daños.
Investiga las tendencias del mercado inmobiliario en la zona para evaluar el potencial de revalorización de la propiedad o si por el contrario se trata de una zona en decadencia
No aceptes el primer precio que te ofrezcan. Investiga y, si es necesario, haz una tasación para asegurarte de que estás pagando un precio justo.
Los gastos de una segunda residencia son bastante elevados, el IBI en zonas costeras suele ser mayor que en las ciudades, a esto añádele la comunidad, seguros, mantenimiento, suministros y en muchas ocasiones, la hipoteca. ¿Realmente te lo puedes permitir?
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