Muchas veces los ahorradores pecan de mirar exclusivamente la rentabilidad de sus inversiones sin tener en cuenta otros indicadores macroeconómicos y un buen ejemplo de lo importante que es lo podemos ver en Argentina.
Allí los depósitos a plazo fijo han subido esta semana su remuneración a cerca de un 11% mensual, a efectos prácticos esto supone que un plazo fijo a 30 días por 50.000€, devuelve una vez cumplido el plazo de un mes 55.542€. Esto es, los 50.000€ de capital inicial más 5.542€ de intereses. En términos anuales, doce plazos fijos consecutivos en los que se reinvierte capital e intereses cada vez, devuelven 176.505€ totales al cabo de 360 días (253% de rendimiento nominal anual, suponiendo que la tasa se mantiene estable durante todo ese período).
En resumen, el rendimiento es siempre de 11,1% en un mes y de 253% al cabo de un año, suponiendo que el inversor re invierte todos los meses el capital inicial más los intereses, sin utilizar ni un solo euro para otros fines.
Una maravilla, con ese rendimiento uno ya no necesita trabajar y se podría dedicar a vivir de las rentas con tan solo 50.000€. ¿Dónde está la trampa?. En la inflación y el tipo de cambio. En Argentina subieron los precios en septiembre un 12,7% con lo que los ahorradores seguirían perdiendo poder adquisitivo pese a esos intereses tan altos.
Un ahorrador el objetivo que tiene que perseguir siempre es el de batir a la inflación, sea cual sea. Si los precios suben un 0,5%, cualquier depósito que te ofrezca un 1% es un chollo y si los precios suben un 15%, un depósito que te ofrezca unos intereses del 10% es una auténtica ruina.
Ahora mismo la inflación en España está en el 3.5% así que ese es el rendimiento mínimo que tienes que buscar para no perder poder adquisitivo.