Las hipotecas inversas han vuelto con fuerza, principalmente por el empeño del Banco de Santander en comercializarlas, se tratan de un producto que puede ser atractivo para cierto perfil pero que históricamente se ha visto rodeado de malas prácticas,
El problema es que hay demasiados casos en los que el banco ha embaucado a muchos ancianos vendiéndoles un producto que claramente no les era rentable. Este es el caso de un anciano de 90 años que hace un par de años pudo anular la hipoteca inversa que contrató en el año 2008.
Fue el juzgado de Primera Instancia número 21 de Zaragoza quien consideró que no se informó correctamente al cliente sobre el producto y el cálculo de la llamada ‘pensión hipotecaria’, porque si no el anciano “no hubiera contratado este producto por no ser beneficioso para él sino que solo lo era para la entidad bancaria”. El préstamo se firmó con Caixa Terrasa, (esta caja se integró posteriormente con Unnim, que fue comprada por BBVA)
El fallo estima que hubo “error en el consentimiento” y que se lleve a cabo la “restitución recíproca de las prestaciones” desde la firma.
En la sentencia se recoge el informe pericial presentado por el demandante, que señala que los intereses que incluía el préstamo eran “elevados” para los tipos de aquella época y para una pensión de “escasa cuantía”. El juez señala dicha contratación nació “viciada” al existir un error en el consentimiento. Se firmó con “evidente falta de información”. El banco no cumplió con la “oferta vinculante” ni el “asesoramiento externo”. Solo se facilitó un documento con unos datos, en el que se “ocultaba la cuantía de intereses a pagar”.
La moraleja de esta historia es que las hipotecas inversas son un producto muy complejo y conviene asesorarse muy bien antes de contratar una.