En el corazón industrial de Alemania, los robots están llegando para quedarse. Sí, parece cosa de ciencia ficción, pero es la realidad en muchas fábricas en donde el trabajo de los que se jubilan lo comienzan a hacer robost y la culpa es la escasez de mano de obra ya que encontrar alguien dispuesto a encargarse de ciertos trabajos muy exigentes y duros es imposible.
Varias empresas, grandes, medianas y pequeñas, están viendo en la automatización un aliado para enfrentar una realidad ineludible: la generación del “baby boom” está colgando sus botas de trabajo, y no hay suficientes jóvenes para tomar el testigo. Las cifras son elocuentes, con 1.7 millones de empleos sin llenar y las compañías luchando para encontrar trabajadores cualificados.
Eso sí, no pensemos que cualquier robot puede hacer el trabajo de un especialista con años de experiencia, pero algo es algo cuando se trata de labores que ya casi nadie quiere realizar. Por otro lado, el panorama demográfico alemán no es precisamente alentador. Con más “baby boomers” retirándose cada día y una nueva generación más pequeña debido a las bajas tasas de natalidad, se espera que la fuerza laboral se reduzca considerablemente en los próximos años. Entonces, ¿qué opciones quedan? Pues bienvenidos sean los robots.
Los robots ya no son esos armatostes incomprensibles de décadas pasadas. Hoy en día, son más accesibles, más amigables, con interfaces de usuario que parecen sacadas de cualquier smartphone moderno. Además, han empezado a verse no solo como sustitutos, sino como colaboradores que liberan a los empleados de las tareas más pesadas y monótonas, incluso las empresas familiares, esos pilares de la economía alemana, también están entrando en la danza de la automatización.
Este movimiento hacia la automatización tiene sus fans incluso entre los trabajadores y sindicatos, quienes han empezado a ver a los robots más como una ayuda que como una amenaza a sus empleos. En lugar de ver máquinas que quitan trabajos, se vislumbran oportunidades para hacer que el trabajo sea más seguro, interesante y saludable.
Aunque los robots están ganando terreno, la flexibilidad y la capacidad de adaptación humana siguen siendo insustituibles, especialmente en procesos de producción complejos. Por muy avanzado que sea un robot, hay tareas que simplemente requieren el toque, la decisión y la adaptabilidad humanas.
En el paisaje laboral alemán, los robots no son el futuro lejano; son el presente. Están aquí no solo para quedarse, sino para colaborar y evolucionar junto con nosotros. No se trata de una invasión silenciosa, sino de una transición hacia una nueva era donde la tecnología y la humanidad tienen que aprender a trabajar juntas, codo con codo. Y en esa simbiosis, quizás esté la clave para que la economía alemana siga siendo tan robusta como siempre.
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Serán los boomers o baby boomers, no los boombers.
La respuesta podría ser la inmigración legal de personal cualificado; pero bueno, si prefieren usar robots, espero que esos robots sean capaces de consumir, porque a los humanos desempleado lo mismo no les llega...
Ahora llega la gran pregunta
El robot cotiza y paga impuestos como pagaba el currela de turno?
Esta es la típica cantinela de quienes no conocen la realidad industrial. De universitarios acomodados.
Las máquinas siempre han estado ahí. La mano de obra está intentando pasar el mediterráneo.
Vaya triste nivel del artículo, un neo ludismo:
Hace unos 70 años, hubo jornaleros que quisieron acabar con las gavilladoras y las primeras segadoras de tracción animal, incluso con aventadoras, al fin y al cabo acababan con muchos jornales a lo largo del verano, ya no digamos con las cosechadoras, y eso que las primera no llevaban tolvas, y había que llenar y luego cargar y descansar sacos de 50 kgs o más, poco a poco salieron las tolvas, el aire acondicionado... y ahora una sola cosechadora puede superar las 15 has en casi 10 horas en zonas sin concentración parcelaria, antes una Hr/Ha, con tolvas de 5000 kgs, impensable hace 40 años, y sin averías comparado con hace 30/40 años.
Nuevos trabajos, nuevas necesidades, hace 70 años gente de la Vega Baja del Segura subía a segar a l zona del Monasterio de Piedra, en especial Callosa de Segura, hace 60 años el turismo, y desde el Trasvase Tajo Segura, unos 44 años, aquella zona creó nuevas formas y cultura económica.
Una máquina no para para fumar, ni mear, ni hay que poner cámaras para controlar el tiempo que tarda cada día para esas funciones, una máquina no hace huelgas, ni pide aumento salarial...
¿Por qué se cree el articulista que en el campo se intenta mecanizar todo?
El que nos e adapte a los nuevos tiempos o vende o le retiran.
Hace 70 años con 200 ovejas y 30 Has en el Sistema Ibérico necesitabas dos pastores y un gañán, hoy, necesitas 6 tractores, 1000 Has, y dos personas sin dormirse, dos tractores funcionando, un tercero por si se avería uno, y otros para pala en exclusiva, remolque en épocas determinadas y pala.
un ganadero necesita de carne y sin tierra, mínimo 2000 ovejas y tres personas, pastores y propietario como rabadán, entonces cerca treinta ganados, un guarda de campo en un solo pueblo, ahora son 6 términos municipales y finca arrendada.
Hace 60 años eran 25 labradores, alguno con mulas, ya no hay casi chalanes.
Entonces los gobiernos tendrán que mantener la cotización equivalente al trabajador robótico,así ellos pagarán las jubilaciones de los baby-boom, espero que nos gobiernos apoyen esto, porque de lo contrario nos extinguiremos antes que el planeta
Para los que dicen que los robots deberían cotizar.: no.
Por esa regla de tres cada ordenador empresarial debería cotizar.
Ya han pagado impuestos por la compra e instalación de la maquinaria.
Y la única razón por la que los gobiernos no automatizan la administración es por votos