Desde que tocó fondo en 2021, el Euribor ha escalado más de 4,5 puntos, encareciendo notablemente las hipotecas a tipo variable. Aun así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destaca varias estrategias para mitigar este incremento. Entre ellas, renegociar las condiciones con tu banco actual o cambiarte a otro con ofertas más ventajosas. Este cambio es ahora más accesible y económico, con costes reducidos en los últimos años: por ejemplo, la comisión por revalorizar la tasación ronda los 300 euros y la de cancelación anticipada varía entre el 0% y el 2% del capital pendiente.
La OCU también recuerda que, hasta finales de año, las comisiones por cancelación anticipada están suspendidas, según el Real Decreto-ley 19/2022. Por tanto, los hipotecados deberían estar exentos de este pago hasta que el Euribor disminuya.
¿Qué opciones hay?
Con el Euribor actual, optar por una hipoteca fija significa un ahorro inmediato, ideal si necesitas reducir tus cuotas cuanto antes y evitar sorpresas. Por ejemplo, una hipoteca a Euribor +1 implica un interés del 5,16% con la revisión de octubre, mientras que la mejor hipoteca fija sin vinculaciones está al 3,05%. Esto se traduce en un ahorro superior a 100 euros mensuales para un capital pendiente de 100.000 euros.
Cambiar a otra hipoteca variable también puede ser beneficioso, especialmente si el diferencial respecto al Euribor baja un 0,25%. Por ejemplo, si una hipoteca empieza con un tipo nominal del 2,20% el primer año y luego se ajusta a Euribor+0,5%, esto representa un ahorro de 150 euros al mes en el primer año y 25 euros al mes en el segundo, comparado con una a Euribor+1.
Otra opción es una hipoteca mixta, con un tipo fijo los primeros años seguido de un tipo variable. Esta alternativa ofrece la seguridad de cuotas fijas al principio y la posibilidad de beneficiarse de una futura bajada del Euribor.