Llegó el gran día que tiene marcado cualquier hipotecado, el del pago de la última cuota. Probablemente lo veas como algo lejano, pero ese día llegará (incluso puedes adelantarlo haciendo una subrogación amortizando en plazo) así que ese día toca celebrarlo, te lo has ganado.
Pero antes de que comiences a organizar una fiesta tienes que tener en cuenta que la hipoteca no finaliza con el pago de la última letra ya que legalmente, en la información registral de la vivienda sigue apareciendo ese préstamo y si no lo cancelas te puede dar muchos problemas en el futuro, a ti o a tus herederos. Quizás en ese momento no te apetezca meterte en papeleos pero son necesarios. La casa ya es tuya pero a efectos de registro sigue hipotecada.
La carga de la hipoteca sigue inscrita en el Registro de la Propiedad y esto no va a suponer ningún problema hasta que lo suponga, que suele ser principalmente cuando la quieras vender (en general cuando vayas a transmitir la propiedad).
Así que lo que tienes que hacer es una escritura de cancelación de hipoteca y se lo puedes pedir al banco (que te cobrará por ello) o hacerlo tu con un coste menor. El coste varía en función del importe de la hipoteca pero calcula unos 150 euros por la escritura, y a unos 110 euros la inscripción en el Registro de la Propiedad, en total cerca de 300€, un pequeño gasto con el que probablemente no contabas.
El proceso es bastante sencillo, tienes que pedir el certificado de deuda cero al banco, llevarlo a la notaría para firmar la escritura de cancelación de hipoteca junto con el apoderado de la entidad financiera y finalmente llevarla él al Registro de la Propiedad para su inscripción.