Con la última reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en el horizonte, el mercado ya ha establecido sus expectativas sobre la evolución de los tipos de interés para el próximo año. Los analistas e inversores, anticipando la confirmación de las políticas establecidas en octubre en esta reunión, consideran concluido el ciclo de aumento de los tipos de interés. La atención se centra ahora en la posible fecha de la primera reducción de tasas, que podría anunciarse tan pronto como el primer trimestre de 2024, con una probabilidad del 90%.
Este panorama cambió drásticamente en las últimas tres semanas, impulsado por datos de inflación más favorables de lo esperado. La desaceleración reciente en el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha inyectado optimismo en los mercados de acciones y bonos. Según ‘Bloomberg’, el mercado anticipa hasta seis recortes de 0,25 puntos en las tasas de interés de referencia en 2024, lo que llevaría la tasa de interés oficial al 2,5% en enero de 2025.
Después de los incrementos en septiembre, la tasa de las operaciones principales de financiación del BCE alcanzó el 4,5%. Por tanto, una reducción en los próximos 13 meses sería notable. Aunque las expectativas se han ajustado, Deutsche Bank ha reforzado la tendencia hacia una política monetaria más relajada, pronosticando una reducción de 150 puntos básicos a partir de marzo. Esto incrementa la presión sobre Christine Lagarde, presidenta del BCE, quien ha evitado dar detalles sobre futuras acciones. Sin embargo, Isabel Schnabel, un miembro influyente del Consejo de Gobierno del BCE, ha insinuado una posible flexibilización de la política. Schnabel recientemente señaló que las últimas cifras de inflación hacen poco probable un nuevo aumento de tipos.
Otras figuras del BCE, como François Villeroy de Galhau, también han indicado que el ciclo de incrementos ha terminado. Estos comentarios surgen tras el anuncio de la tasa de inflación de noviembre en la eurozona, que se situó en el 2,4%, significativamente menor que el 5,3% de agosto y cercana al objetivo del BCE del 2%.
Respecto a lo que están haciendo en estos momentos los mercados, una buena manera de anticipar el valor del Euribor para el año que viene es es mirando al FRA del Euribor a 12 meses, se trata de un contrato que usa el Euribor como referencia para establecer la tasa de interés del acuerdo. Por ejemplo, una empresa podría querer asegurarse contra el riesgo de que las tasas de interés aumenten. Podría entrar en un FRA con otra parte, acordando un tipo de interés fijo basado en el Euribor actual para un periodo futuro. Si en el futuro el Euribor es más alto que la tasa acordada, la otra parte pagará a la empresa la diferencia. Si el Euribor es más bajo, la empresa pagará a la otra parte.
Actualmente este valor se sitúa en el entorno del 2,8%, eso es la previsión de los mercados financieros, así que es la previsión más realista que tenemos en este momento para el Euribor dentro de un año.