En esta recta final del 2023 cada vez se aprecia más la divergencia entre las perspectivas del Banco Central Europeo (BCE) y las de los analistas en cuanto a la política de tipos de interés. Mientras el BCE, liderado por Christine Lagarde, insiste en que los recortes de tipos aún están lejanos, los analistas pronostican una serie de recortes en 2024, comenzando en marzo. Esta discrepancia surge ante tres posibles escenarios: una recesión en la eurozona, una rápida disminución de la inflación, o un corte anticipado de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
En octubre, Lagarde reafirmó la postura del BCE de no apresurar los recortes de tipos, a pesar de una inflación que parece estar desacelerando más rápido de lo esperado. Sin embargo, el mercado, basándose en datos de Bloomberg, anticipa un recorte en marzo de 2024, seguido de otros más hasta octubre.
Los expertos, como Gilles Moëc de Axa IM, se muestran escépticos sobre una reducción temprana de tipos. Mencionan la necesidad de prepararse para cifras de inflación menos alentadoras en los próximos meses, lo que justificaría la postura conservadora del BCE.
Por otro lado, los analistas de Bloomberg identifican tres factores que podrían obligar al BCE a cambiar de rumbo: una recesión económica, un descenso pronunciado de la inflación, o un recorte de tipos por parte de la Fed antes de lo previsto.
El riesgo de recesión es palpable, con el crecimiento del PIB en la eurozona proyectado a solo un 0,6% en 2024. Si este escenario se materializa, el BCE tendría que considerar recortar los tipos antes de lo planeado.
En cuanto a la inflación, un descenso más rápido de lo previsto podría obligar al BCE a replantear su estrategia. Aunque las actuales previsiones no indican una caída drástica, un descenso sustancial podría forzar al BCE a actuar para evitar que la inflación caiga por debajo del 2%.
Finalmente, un movimiento agresivo por parte de la Fed podría influenciar al BCE. Si la Fed reduce los tipos en la primera mitad de 2024, esto podría permitir al BCE hacer lo mismo sin temer una depreciación excesiva del euro.
Aunque el BCE se mantiene firme en su enfoque actual, los mercados y los analistas contemplan escenarios que podrían forzar un cambio en la política monetaria antes de lo previsto algo que sin duda agradecerían los hipotecados que ya han visto como el Euribor ha bajado a niveles de Abril.