El mercado hipotecario español está experimentando un cambio notable del que surge un renovado interés en las hipotecas a tipo variable. A pesar de las fluctuaciones históricas del euríbor, que habían relegado a este tipo de préstamos a un segundo plano, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que en septiembre, más del 45% de las hipotecas contratadas optaron por una tasa variable.
Este cambio se produce en un contexto donde el euríbor, aunque se mantiene en niveles altos, ha empezado a mostrar signos de descenso. Los expertos sugieren que el índice podría haber alcanzado su punto máximo, lo que llevaría a una disminución que beneficiaría a los consumidores. Esta previsión de caída en el euríbor está animando a los compradores a elegir hipotecas a tipo variable.
Actualmente tenemos al Euribor a doce meses en el 3,613%, una rebaja importante desde su pico de 4,173% en octubre, su nivel más alto en 15 años, la expectativa de una disminución futura está influyendo en las decisiones del mercado. Desde junio de 2022, ha habido un crecimiento relevante en la contratación de hipotecas a tipo variable, contrastando con el punto más bajo alcanzado en 2009, cuando solo el 27% de los préstamos se otorgaban con esta modalidad.
Simultáneamente, las hipotecas a tipo fijo, que habían ganado popularidad debido a la estabilidad que ofrecen frente a las fluctuaciones del euríbor y las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), están empezando a perder terreno. A medida que las tasas de interés aumentan, estos préstamos se vuelven más costosos, lo que podría hacer que en los próximos meses más consumidores se inclinen por las hipotecas a tipo variable.
En resumen, casi la mitad de los préstamos concedidos recientemente se han firmado con una tasa variable, a pesar de los niveles aún elevados del euríbor. Esto indica un cambio relevante en la percepción y preferencia del mercado hipotecario español.