Este podría ser el año de la recuperación del mercado inmobiliario y de la concesión de las hipotecas. La Asociación Hipotecaria Española (AHE) cree que durante 2024 se producirá una mejora en la evolución de la demanda residencial, a medida que los factores que han contribuido a la caída de la actividad en 2023 y han generado incertidumbre al mercado, como la inflación y los altos tipos de interés, dejen de mostrar “riesgos al alza”, si bien llama a tener “prudencia” ante el contexto actual, según el análisis que ha realizado sobre perspectivas y tendencias del mercado hipotecario para el tercer trimestre de 2023.
Al respecto, señala que el mercado está descontando una bajada de tipos de interés por parte del BCE “en el corto plazo”, después de la actuación “sin precedentes” llevada a cabo por el banco central para frenar la escalada de inflación. Esta recorte se apoyaría, según la AHE, en el comportamiento reciente de los indicadores económicos, que sugieren un avance más moderado del PIB nominal y de la inflación en la eurozona.
De esta forma, la asociación espera que la hipoteca cobre de nuevo el protagonismo como el principal recurso de las economías domésticas para poder acceder a la vivienda.
Del lado de la oferta, cree que el crédito para vivienda mejorará en la medida en que el horizonte sea “más nítido” y esto actuará de “catalizador” sobre la demanda.
En valores absolutos, considera que los volúmenes de actividad mantendrán un patrón similar al de los últimos ejercicios, pero en términos relativos, al comparar con un ejercicio de caída de actividad, espera que 2024 suponga tasas positivas.
En cuanto a la morosidad, ve posible que se vea “en algún grado” deteriorada, puesto que todavía hay parte de la cartera hipotecaria que tiene pendiente su revisión conforme al aumento más reciente de los tipos de interés, es decir, que no se ha trasladado íntegramente la subida de los tipos de interés –el Euríbor ha llegado a estar por encima del 4% durante la segunda mitad de 2023– porque el mecanismo de ‘indización’ actúa con cierto retraso.
“Este motivo puede hacer crecer la dudosidad algo más de lo observado recientemente, pero en términos estructurales, no tendrá tanta importancia porque las entidades van a continuar con su operativa de gestión de cobro y venta de carteras, y porque se perderá menos saldo y eso generará un impacto positivo en la ratio por efecto del denominador”, explica.
Además, indica que la estabilización de los tipos de interés al calor de la caída registrada por el Euríbor desde noviembre tendrá un efecto positivo en la ratio de mora.