Los Bancos Centrales llevan bastante tiempo diciendo que no tienen prisa por bajar los tipos de interés, que lo harán cuando los precios se estabilicen, un mensaje que parece que no caló en los mercados que a finales del año pasado ya adelantaban para este primer semestre las primeras bajas de tipos, algo que se apreció claramente en la bajada del Euribor.
Desafortunadamente parece que el guión de los Bancos Centrales no cambia y esta vez sí que cumplirán su palabra.
La directora de estretagia de JP Morgan AM para España y Portugal, Lucía Gutiérrez-Mellado, ha indicado este martes en un encuentro con los medios que en el escenario base de la entidad prevén que tanto la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos como el Banco Central Europeo (BCE) empiecen a bajar los tipos de interés en el tercer trimestre, en tanto que esperan en total de dos a tres bajadas de 25 puntos básicos.
Asimismo, Gutiérrez-Mellado ha precisado que en Europa -donde los tipos están ahora al 4,5%- no habrá bajadas de tipos hasta que la Fed -que tiene los tipos en el 5,25-5,5%- dé el primer paso.
La directiva ha explicado que ese escenario principal se basa en un crecimiento discreto, pero positivo a nivel global, en un contexto de desaceleración de la actividad económica y una inflación a la baja, que es lo que permitirá a los bancos centrales suavizar sus respectivas políticas monetarias.
“Parece que se va a lograr el ‘aterrizaje suave'”, ha expresado la directiva.
Por regiones, han apuntado que en Estados Unidos el crecimiento económico no es sostenible tras haber crecido más de un 5% a finales de 2023 y esperan una tendencia de moderación, mientras que del lado europeo prevén una ligera recuperación este año y unos datos de inflación más bajos que den fuerza al consumidor.
Respecto a China, tras un 2023 menos vigoroso del esperado, Gutiérrez-Mellado ha argumentado que su recuperación pasa por resolver el problema del sector inmobiliario y la recuperación de la confianza en el sector privado, toda vez que sigue existiendo un importante ahorro generado durante el confinamiento.
Ante esa coyuntura, desde la firma han incidido en su estrategia de inversión en renta variable, en la que está “ligeramente sobreponderada”, el crédito -han apuntado al ‘high yield’, esto es, deuda de alto rendimiento- y la renta fija con duración en detrimento de la liquidez, que ya empieza a perder atractivo por el contexto de los tipos de interés.
En detalle, han señalado a propósito que esperan un buen desempeño de las bolsas en 2023, ya que los beneficios empresariales habrían tocado fondo y ahora van a recuperarse, en tanto que Gutiérrez-Mellado ha matizado que en Estados Unidos se decantan por industria y en Europa por valores defensivos.
Con todo, Gutiérrez-Mellado ha apuntado que “no hay grandes sesgos en las carteras” y ha remarcado que optan por dar equilibrio a las mismas.
De vuelta con la deuda, Gutiérrez-Mellado ha expresado que les gusta tener duración en carteras por dos motivos fundamentales, “uno porque pensamos que va a haber una desaceleración del crecimiento”, ha dicho, y, segundo, porque parece que los bancos centrales van a dar comienzo a la senda de recortes de tipos.
“Creo que aquí lo más importante es que la renta fija está en disposición de volver a jugar ese papel que juega en carteras, que es pagarnos un cupo en otro activo y la diversificación”, ha agragado.
Además, en el contexto empresarial, desde la firma señalan que las compañías no están apalancadas de más -“no ha habido grandes excesos como se ha visto otras veces”- y que éstas llevaron a cabo a tiempo sus planes de refinanciación ante la coyuntura de alzas agresivas de los tipos.
Por otra parte, han señalado a los activos alternativos (que destacan por su iliquidez), ya que está bien destinar parte de la cartera a estos activos porque ayuda a descorrelacionar, si bien no es un producto para todos los perfiles de inversión, han explicado.
En cuanto al ciclo electoral de 2024, que atravesará países como Estados Unidos, Reino Unido o la India, y su impacto en los mercados en forma de volatilidad, la oficina española de JP Morgan ha explicado que en el “medio-largo plazo no hay una correlación clara entre partidos y entre quién está al poder y el comportamiento de los mercados”.
“La realidad es que, al final, a los mercados lo que más les importa es qué hacen las compañías”, en tanto que la correlación más adecuada sería con los “acontecimientos económicos importantes, como puede ser el estallido de la bruja tecnológica o la crisis mundial”, ha aducido Gutiérrez-Mellado.