Esto sí que no nos lo esperábamos y es que entre tantas declaraciones confusas de los miembros del BCE, unos que apostaban por seguir con la actual política monetaria y otros que piden bajar los tipos cuanto antes, ha llegado la jefa Christine Lagarde para poner un poco de orden antes de la próxima reunión que tendrá lugar el 25 de enero.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), nos ha sorprendido a todos al anunciar la posibilidad de una reducción de los tipos de interés en la Eurozona para el verano de 2024. sin duda la noticia que tanto esperaban los hipotecados.
Actualmente, la tasa de depósito se sitúa en un 4%, un nivel considerado alto. Esta decisión parece responder a la debilidad económica en Europa y a preocupantes datos procedentes de China, llevando al BCE hacia una postura más conciliadora y expansiva en su política monetaria. Su objetivo es equilibrar el crecimiento con el control de la inflación, siendo este último el mandato principal del BCE.
Lagarde, en una entrevista para Bloomberg TV en Davos, ha expresado su confianza en que las políticas de los bancos centrales están en la dirección correcta para controlar la inflación. Admite, sin embargo, la incertidumbre y la necesidad de depender de los datos para tomar decisiones futuras.
El consenso parece formarse en el Consejo de Gobierno del BCE respecto a un recorte de los tipos en verano. Aunque Lagarde recalca la importancia de no dejarse llevar por las expectativas del mercado, que pueden ser exageradas, sí señala que las políticas se ajustarán según los datos disponibles.
En el panorama más amplio, los banqueros centrales de la zona euro mantienen un diálogo continuo sobre la inflación y las estrategias a seguir. Aunque hay diferencias de opinión, generalmente se llega a un consenso basado en los datos disponibles. Por ejemplo, Philip Lane, economista jefe del BCE, recientemente ha advertido contra expectativas prematuras de cambios en la política monetaria, destacando la importancia de los datos salariales.
Por otro lado, otros miembros del BCE como Robert Holzmann y Joachim Nagel han expresado opiniones más cautelosas, destacando los retos actuales como las perturbaciones en las cadenas de suministro y el suministro de energía. Sin embargo, Gediminas Simkus, del banco central de Lituania, se muestra optimista sobre una posible reducción de tipos este año.
Finalmente, la inflación parece estar retrocediendo según una encuesta reciente del BCE, lo que podría justificar un ciclo de recortes de tipos. Ángel Talavera, de Oxford Economics, sugiere que la inflación en 2024 será menor de lo esperado, lo que podría llevar al BCE a recortar los tipos de manera más agresiva de lo que el mercado anticipa actualmente.