Llevamos varios meses con la esperanza de que los Bancos Centrales comiencen a bajar los tipos y parece que ese día cada vez se aleja un poco más. Para intentar prever cuando tomará esa decisión el BCE, que a fin de cuentas es el que más preocupa a los hipotecados europeos, primero tendríamos que adivinar cuando lo hará la Fed americana que es la que está tomando la iniciativa.
El miércoles de la semana pasada, la Reserva Federal optó por no modificar los tipos de interés, manteniéndolos en un rango del 5.25% al 5.5%, el nivel más alto registrado en las últimas dos décadas. Además, descartó la posibilidad de una reducción de tasas para la próxima primavera. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, sorprendió a los mercados al minimizar la posibilidad de una reducción de tasas en marzo. Argumentó su decisión en base a la persistente alta inflación y la solidez del mercado laboral.
Powell destacó la fortaleza del mercado laboral, enfatizando su deseo de equilibrio más que de debilidad. Según las estimaciones de FedWatch del CME Group, ahora hay un 38.5% de posibilidades de que la FED realice el primero de tres posibles recortes de tasas en marzo, una considerable disminución desde el 73% de probabilidades estimado hace un mes.
Un ejemplo del sentimiento de los analistas lo tenemos en Goldman Sachs que la semana pasada ajustó su proyección, esperando ahora que los recortes comiencen en mayo en lugar de marzo. La firma anticipa cinco recortes de 25 puntos básicos a lo largo del año, con cuatro recortes consecutivos de mayo a septiembre y uno final en diciembre.
Por tanto, todavía nos quedan unos meses por delante hasta que veamos las primeras rebajas en los tipos de interés, afortunadamente el Euribor ya está descontando estas futuras rebajas y hasta que lleguen seguiremos con una ligera tendencia bajista.