Dos días ha durado la alegría de los hipotecados en febrero (cuatro si contamos el fin de semana) y quizás cantamos victoria demasiado pronto. Comenzamos el mes con muy buenas noticias ya que el Euribor, en su primer valor de febrero cayó hasta el 3,505% lo cual nos daba esperanzas para que el mes terminase por debajo del 3,534%, su valor de hace un año.
Perforar esta cifra era un hito ya que significaba que aquellos que revisasen su hipoteca anualmente en marzo (con el Euribor de febrero) verían como por fin se rebajaría ligeramente su hipoteca, sin duda un buen empuje psicológico para la mayoría de los hipotecados que han visto como estos dos últimos años su cuota mensual no hacía nada más que subir. Por fin cambiábamos la tendencia.
Desgraciadamente entre el viernes y el lunes el euribor ha sufrido fuertes subidas, el viernes de 32 milésimas y hoy de 96 que nos ha llevado a superar, con creces, de nuevo el 3.6% ya que actualmente el Euribor se sitúa en el 3,633%.
El problema es que estas subidas, al contrario que las bajadas previas, son bastante lógicas y se sustentan en la fortaleza de la economía americana que el viernes publicó unos datos de empleo por encima de lo previsto y enfría las posibilidades de que la Reserva Federal baje los tipos de interés, con lo que podríamos volver a una pequeña tendencia alcista durante los próximos días.
Lo que sí que parece claro es que los que revisen semestralemnte se beneficiarán de una rebaja en las hipotecas y probablemente tengamos que esperar al Euribor de marzo o incluso al de abril para que lo mimos ocurra para quienes revisen anualmente.
Las ansiadas bajadas de tipos por parte de los Bancos Centrales parece que van a tardar más de lo esperado y puede que tengamos que esperar hasta el verano para ver como el Euribor agudiza sus caídas.