Existe una gran discrepancia entre lo que dice el BCE y lo que opinan los mercados, muestra de ello son las declaraciones del gobernador del Banco de Francia y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), François Villeroy de Galhau quien afirmó ayer que el BCE probablemente baje los tipos de interés en 2024 a medida que la inflación vaya convergiendo con el objetivo de estabilidad de precios del 2%.
“Probablemente recortaremos tipos este año, porque estamos haciendo progresos contra la inflación”, ha afirmado Villeroy en la cadena francesa de televisión ‘LCI’. “Estamos dejando atrás la urgencia por controlar la inflación y estamos en el buen camino para superar la enfermedad”, ha añadido.
Los mercados apuestan actualmente por una primera reducción en abril, si bien Villeroy ya aseguró con anterioridad que, en función de los datos, todas las posibilidades estaban encima de la mesa.
No obstante, su homólogo letón, Martin Kazaks, ha manifestado este viernes también que los vaticinios de los inversores sobre una bajada en alguna de las dos próximas reuniones podrían ser “optimistas”.
“Yo sería cauteloso y esperaría a cerrar el capítulo de la inflación. Entonces, podríamos respirar tranquilos y bajar los tipos paso a paso”, ha declarado a la emisora ‘Latvijas Radio’, al tiempo que ha señalado al verano como el momento adecuado para recortar la tasa de referencia si los datos recibidos lo amparan.
Ya sobre la evolución macroeconómica de Francia, Villeroy ha indicado que el crecimiento “se acelerará gradualmente” en los próximos meses a medida que la inflación avance por detrás de lo que lo hacen los salarios. El instituto emisor galo pronostica que el PIB francés se expanda este año un 0,9% y esquive el fantasma de la recesión.
A nivel europeo, el nuevo sistema de seguimiento de los salarios refleja que el ritmo al que suben las nóminas en la eurozona aún no ha alcanzado su punto de inflexión, lo que amenaza con mantener la inflación elevada por más tiempo.
Aun así, los indicadores adelantados apuntan a un “enfriamiento” de las presiones salariales para finales de 2023 desde el aumento interanual del 4,4% del segundo trimestre.