Los índices bursátiles nos proporcionan una forma sencilla de realizar un seguimiento de la salud general de la economía, ya que descuenta las expectativas de los inversores. Al mirar a una medición estadística, es fácil de evaluar el estado actual de la economía. Además, los datos históricos de la evolución del índice de precios pueden servir de orientación a los inversores en cuanto a cómo los mercados han reaccionado en ciertas situaciones en el pasado. Esto puede permitir a los inversores tomar mejores decisiones para la gestión de su cartera.
Por ello, han proliferado los fondos índices, fondos que siguen la evolución de un selectivo bursátil que ofrecen una serie de ventajas frente a los fondos de inversión. La principal ventaja es, puesto que se limitan realizar un seguimiento de los índices bursátiles, es que se gestionan de forma pasiva. Las comisiones de estos fondos de índice son bajos porque no hay una gestión activa detrás.
Asimismo, los estudios académicos han demostrado que los fondos de índice han mostrado mejores resultados que los fondos de gestión activa. En Estados Unidos existe una estadística que refleja que el S&P500 supera a 80% de los fondos de inversión. Por ello, a menudo tiene sentido para muchos inversores incluir fondos de índice para su inversión.
De acuerdo con la hipótesis del mercado eficiente, teoría afirma que todos los mercados son eficientes, y que es imposible para los inversores para obtener una rentabilidad por encima normales porque toda la información relevante que pueda afectar el precio de una acción ya está incorporado dentro de su precio. Por lo tanto, los gestores de fondos de índice y sus inversores creen que si no se puede superar el mercado, la mejor alternativa es seguirlo.
Sin embargo hay otra cara de la moneda y existen ciertas desventajas en el uso de fondos de índice para las inversiones. Pues la gestión pasiva en mercados a la baja nos lleva a una total exposición al índice sin que detrás exista una gestión activa que ofrezca la cobertura frente a los riesgos potenciales de los mercados bajistas. Bajo esos entornos, la gestión activa de los fondos de inversión puede ofrecer un control de la volatilidad en favor de sus partícipes.
Esto significa que un fondo de índice es bastante seguro, pero si el mercado en sí está muy expuesto a acciones que son con un valor sustancialmente inflado, entonces el inevitable choque destruye el valor del fondo de índice. Un fondo de gestión activa, por el contrario, puede identificar esos fondos ‘inseguros’ y evitarlos.