Descubre aquí si hacienda te devolverá dinero en la declaración

La próxima campaña de la declaración de la Renta se inaugurará el 3 de abril, extendiéndose este año hasta el 1 de julio, ofreciendo a los contribuyentes un periodo más amplio que lo usual, de casi tres meses, para cumplir con sus obligaciones fiscales.

Aunque aún faltan semanas para que se inicie la presentación de la declaración del IRPF de 2023, muchos ya buscan anticipar si deberán efectuar un pago o recibirán una devolución. La Agencia Tributaria facilita esta previsión a través de un simulador en línea, que permite a los usuarios estimar el resultado de su declaración sin necesidad de identificación previa ni de completar todos los datos fiscales, a diferencia del borrador oficial, que sí lo requiere para su presentación.

Para acceder al simulador, los usuarios deben visitar la plataforma Renta Web Open, ubicada en la sección de “Simuladores” del sitio web de la Agencia Tributaria. Este servicio, completamente gratuito y abierto a todos los obligados a declarar, ofrece una herramienta útil para anticipar el resultado de la declaración.

La obligación de presentar la declaración de la Renta recae en la mayoría de los trabajadores españoles, incluidos asalariados, autónomos, pensionistas, y otros que hayan generado ingresos durante el año anterior. Sin embargo, existen excepciones basadas en los niveles de ingreso, donde aquellos que ganen menos de 22.000 euros anuales de un único pagador, o menos de 15.000 euros con más de un pagador, podrían estar exentos, siempre recomendándose la consulta del borrador para una posible devolución favorable.

Este año introduce cambios relevantes, como el incremento del límite exento de declaración para los rendimientos del trabajo, que asciende de 14.000 a 15.000 euros. Además, se mantienen exenciones para ciertos ingresos por rendimientos del capital mobiliario y ganancias patrimoniales, con un límite de 1.600 euros.

La campaña de este año también adapta sus plazos para presentaciones en línea, telefónicas y presenciales, ajustándose a las necesidades de los contribuyentes y reflejando cambios en la política fiscal y el salario mínimo interprofesional (SMI).