El retraso en la bajada de tipos le está sentando muy bien a la banca

La banca española está mostrando una robustez notable manteniendo expectativas positivas a pesar de los temores iniciales por una posible reducción de los tipos de interés desde el 4,5% establecido desde septiembre pasado. La revisión de estas expectativas por el mercado, posponiendo cualquier cambio por parte del Banco Central Europeo (BCE) hasta el verano, ha llevado a un optimismo renovado entre los analistas, quienes han ajustado al alza las previsiones de ganancias para las principales entidades financieras del país. Tras la temporada de resultados, la proyección de beneficios combinados para este año se ha incrementado en 703 millones de euros, alcanzando los 26.121 millones. Destacan especialmente Banco Santander y BBVA, con incrementos en sus expectativas de ganancias de 249 y 252 millones de euros, respectivamente, seguidos por CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja con mejoras más modestas.

Aunque esta mejora es notable, no se espera que superen los récords de ganancias del último año. Sin embargo, se anticipa que la fase final de aprovechamiento del aumento en los costos de financiación antes de alcanzar el máximo en los márgenes de interés impulse aún más el sector. La situación actual revela una banca de dos velocidades, con Bankinter y Unicaja en camino de marcar nuevos récords de beneficios, contrastando con una visión más conservadora para el resto de los bancos, a pesar de algunas predicciones más optimistas para 2024.

Morningstar subraya que el entorno de altos tipos de interés seguirá favoreciendo a los bancos españoles, apoyados además por un mercado laboral sólido y una inflación en moderación. Sin embargo, se advierte sobre una recuperación más lenta en la demanda de crédito, en un contexto donde el euríbor muestra tendencias alcistas. La banca enfrenta desafíos, pero también oportunidades de crecimiento en rentabilidad, eficiencia, y en el manejo de costos de financiación, en un momento donde su comportamiento bursátil presenta una mezcla de avances y retrocesos, con expectativas de valorización a mediano plazo.