Ahora que ya hemos normalizado en Europa los tipos de interés por encima del 4% e incluso el BCE se está planteando bajarlos antes del verano, resulta sorprendente ver que todavía existe un país con los tipos en negativo. Se trata de Japón en donde no han modificado su política monetaria desde el 2016 y tienen los tipos de interés en el -0,1% aunque parece que será por poco tiempo y dejará de convertirse en la rareza económica del mundo.
El banco de Japón lleva mucho tiempo con un objetivo de inflación del 2%, y dado que la inflación supera el objetivo desde hace más de un año y que aumentan las perspectivas de subidas salariales sostenidas, los mercados esperan que el banco central ponga fin a su política de tipos de interés negativos este mes o en abril.
Para evitar una subida brusca de los tipos a largo plazo, el banco de japón probablemente se comprometerá a intervenir en el mercado cuando sea necesario para frenar los incrementos desordenados, o a ofrecer orientación sobre la cantidad de bonos del estado que seguirá comprando, añadieron.
Las perspectivas de un crecimiento salarial sólido y continuado, impulsado por el aumento del coste de la vida y la intensificación de la escasez de mano de obra, han aumentado el impulso para poner fin a los tipos negativos en marzo.
Desde hace más de 40 años, la economía japonesa se ha comportado de una manera muy peculiar siendo uno de sus mayores problemas la deflación provocada por el poco consumo interno.