El efecto de las subidas de tipos realizadas por el Banco Central Europeo (BCE) aún no se ha visto completamente en los balances de los bancos y en las valoraciones de los activos, según ha indicado la presidenta del Consejo de Supervisión de la entidad, Claudia Buch, para quien se están viendo “las primeras señales de que la calidad de los activos está disminuyendo”, particularmente en el sector inmobiliario comercial.
“Como era de esperar, la calidad se está deteriorando con los altos tipos de interés”, ha señalado la alemana durante una conferencia organizada por Morgan Stanley, donde ha destacado que cada vez hay más prestatarios en dificultades financieras, lo que comienza a impulsar los indicadores de provisiones, aún no a los niveles prepandemia, “pero hay una especie de señales de advertencia tempranas”.
“Obviamente, el sector inmobiliario comercial es particularmente vulnerable debido a la estructura de los contratos y al carácter cíclico”, ha señalado Buch, recordando la exposición al sector de los principales bancos comerciales europeos, por lo que requiere una vigilancia muy de cerca del supervisor.
“Lleva tiempo hasta que el efecto total (de las subidas de tipos) se haya extendido a través de los balances de los bancos y de las valoraciones de los activos en la economía y hay nuevos riesgos que deben gestionarse y es muy posible que los modelos de riesgo que han funcionado bien en el pasado no estén captando bien estos nuevos riesgos”, ha subrayado la jefa de la supervisión del BCE.
En este sentido, para la alemana existe el riesgo de que algunos modelos aplicados por entidades para evaluar el comportamiento de los clientes, en particular el comportamiento de los depositantes, no sean validados, sometidos a pruebas retrospectivas ni recalibrados con suficiente frecuencia y que lo mismo ocurra respecto de la calidad de los activos.
“Hay tantos bancos, no digo todos los bancos, pero, por supuesto, tenemos que trabajar en particular con aquellos que carecen de marcos bien definidos para la evaluación”, ha advertido Buch al referirse al impacto indirecto de los cambios en los tipos sobre la competencia de por los depósitos y una menor calidad de los activos.
“Estas debilidades en el marco de gestión de activos y pasivos de los bancos podrían volverse más prominentes con el tiempo. Es por eso que realmente estamos prestando mucha atención a estos factores”, ha apuntado.
IMPUESTOS A LOS BANCOS.
Por otro lado, la supervisora de la banca europea ha evitado valorar en profundidad los impuestos aplicados en los últimos años en diferentes países de la zona euro sobre el sector bancario, limitándose a señalar que “se trata de decisiones tomadas por las autoridades fiscales de los estados soberanos”.
“Los pros y los contras de eso, son decisiones en las que no puedo influir”, ha subrayado, aunque ha defendido la importancia de evaluar con mucho cuidado cuán grande sería realmente la carga fiscal.
“Una de las cosas más importantes que considero importante evaluar es hasta qué punto esto debilita la resiliencia de los bancos”, ha advertido Busch, haciendo hincapié en que “sólo se puede usar cada euro una vez: para pagar impuestos o para generar resiliencia o para pagarlo a los accionistas”.