Se acerca uno de los cambios del BCE que como redactor de este blog más me van a afectar y es que ya estaba acostumbrado a acompañar los artículos con la foto de la “Eurotower” pero me temo que esto dejará de hacerse así, el BCE se muda ya que les vende el contrato. Lo harán el año que viene y 1.700 trabajadores tendrán que meter sus cosas en una cajita para irse a un nuevo sitio.
La despedida de la Eurotower es simbólicamente potente. Este edificio no solo ha sido un icono arquitectónico, sino también un testigo clave de la evolución del BCE desde sus primeros días. Albergó los sueños y desafíos del proyecto europeo, siendo el escenario de decisiones que han moldeado la economía del continente. Ahora, ese legado se traslada a una nueva locación, el edificio Galileo, cargada de expectativas y promesas de un futuro en el que el BCE continúa desempeñando un papel importante en la estabilidad y prosperidad económica de Europa.
Según comentan desde el BCE, que se están poniendo muy transcendentes con esto, el nuevo capítulo en la nueva sede no es solo un cambio de escenario; es un reflejo de un BCE que se adapta, evoluciona y mira hacia el futuro, manteniendo su compromiso con la eficiencia, la innovación y la sostenibilidad. Aunque la icónica estatua del euro permanecerá fuera de la Eurotower, simbolizando la estabilidad y la continuidad, el espíritu y la misión del BCE seguirán siendo los mismos, fortalecidos y revitalizados por su nuevo entorno.
En fin, muchas suerte en la mudanza y que no se rompan muchas cosas, que al final las pagamos todos.