Si hay una fecha que tienen que tener en el calendario todos los hipotecados es el 6 de Junio, la última reunión del BCE en primavera y cuando, según el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, la entidad podrá valorar “de manera más adecuada” sus futuras decisiones de política monetaria.
“En junio podremos valorar de manera más adecuada las futuras decisiones de política monetaria”, ha afirmado Guindos en su intervención en el IV Observatorio de las Finanzas, organizado por ‘El Español’.
El vicepresidente del BCE ha apuntado que para entonces se conocerán más datos sobre el cierre de las negociaciones colectivas en curso, dado que el principal riesgo para el proceso de desinflación en la eurozona está relacionado con la evolución salarial, la productividad y de los costes laborales unitarios.
“Eso afecta al sector mas sensible a la evolución del coste de la mano de obra, los servicios”, ha apuntado.
En este sentido, el economista español ha recordado que las últimas proyecciones macroeconómicas del BCE tienen un carcater “agridulce”, ya que contemplan menos inflación, pero también menos crecimiento, aunque ha defendido que incluyen la previsión de una recuperación a lo largo del año, después de que el primer trimestre de 2024 será muy parecido al final del año pasado.
“Sobre todo por la recuperación de los salarios”, ha augurado Guindos, añadiendo que esto permitirá impulsar el consumo, mientras que el buen comportamiento del mercado laboral europeo también tiene un efecto positivo notable en la estabilidad financiera al hacer que las familias puedan seguir haciendo frente a sus compromisos, incluyendo sus hipotecas.
En cualquier caso, para el economista, si bien 2024 será un año de transición para la política fiscal, ya que no será hasta septiembre cuando los países deban presentar sus planes de ajuste a varios años, es importante “volver a hablar de reformas estructurales”.
De tal modo, ha advertido de que, a pesar de que las primas de riesgo están teniendo un comportamiento positivo y se han reducido de manera generalizada, “eso no quiere decir que no se deba llevar a cabo (un plan)”.
“Los mercados están tranquilos, pero no se puede dar por hecho que continuará siempre”, ha resumido Guindos, añadiendo que la política fiscal puede ayudar también a la política monetaria, además de recordar que hay nuevos gastos públicos, en cuestiones como medio ambiente, transición digital o defensa, que se deben implementar porque son prioridades de la UE.