En algunas empresas tecnológicas la política de vacaciones es muy sencilla, los trabajadores pueden cogerse todos los días de vacaciones que quieran. El empleado puede decidir cuándo y cuántos días de descanso quiere tomarse.
La idea detrás de esta medida es que el personal sea más feliz, esté menos estresado y por tanto sea más productivo. En un sector en el que cada vez es más difícil encontrar empleados cualificados resulta vital retener a los que se tienen.
Además esto contribuye a una cultura de respeto mutuo, que puede aumentar tanto la productividad como la moral. Confiar en los empleados la responsabilidad de construir su propio horario fomenta una cultura de confianza, buena voluntad y respeto mutuo. Tú confías en mi y yo confío en tí.
¿Y qué tal ha funcionado este sistema en las empresas en las que se ha puesto en marcha?
El resultado es realmente sorprendente, en un estudio reciente, la empresa de RRHH Namely encontró que los empleados con planes de vacaciones ilimitadas cogía de promedio sólo 13 días libres al año frente a los 15 del resto de empresas americanas.
Una de las empresas pioneras en este sistema fue la compañía de software CharlieHR y en su blog cuentan muy bien por qué tuvieron que volver al sistema tradicional. Os hago un resumen.
Desde que fundamos la compañía en 2015, cada una de las personas que trabajan en CharlieHR ha recibido días de vacaciones ilimitados y totalmente pagados, sin importar cuál sea su función y sin hacer preguntas.
¿Nuestra conclusión? Las vacaciones ilimitadas no funcionan, pero probablemente no por la razón que usted cree.
Poner un límite numérico al tiempo de vacaciones tiene un efecto curioso. Si te dicen que puedes tomarte 25 días de vacaciones, entonces estarás motivado inconscientemente a tomarlos. Es una peculiaridad psicológica relacionada con la propiedad: cuando algo te pertenece, inmediatamente lo valoras mucho más.
Al contrario, la falta de un número y el concepto mismo de ilimitado puede significar que ese tiempo de vacaciones no se valora de la misma manera.
Por otro lado los límites numéricos de vacaciones no sólo definen el número de días que hay que tomarse ese año, sino que también ayudan a definir qué es un comportamiento aceptable.
5 comentarios
Allá por el 2013, cuando el ERTE y el ERE, tuve que hacer cuentas de cuántas vacaciones me debía la empresa…
Resulta que desde que me tomé mi “permiso por boda”, apenas me había tomado vacaciones…
Una semana o dos por años, como mucho…
La empresa tuvo la “gracia” de computar esos días como horas extras que me debían en el finiquito…
Pero, claro, se iba a declarar insolvente, así que, como que no vi ni un €, por parte de la empresa, ni de eso, ni de varias pagas “extras” que nos dejó a deber, ni de las últimas nóminas “regulares”…
Por suerte cobré algo a través de FOGASA; pero lo cierto es que mi pareja se escandalizó porque en su país es la empresa tiene que tener un seguro que cubra el 100% de las nóminas, mientras que FOGASA tiene bastantes límites en lo que realmente cubre…
En fin, desde entonces procuro cobrar las pagas extras prorrateadas (Hay empre-sauiros que piensan que al ser “extras” no son tan importantes) y, por otra, tomarme todas las vacaciones que me corresponden…
Aunque casi cada año me queda algún que otro día “pendiente” (es lo malo cuando te guardas días por si hay visitas de fuera…)
Si me dieran vacaciones ilimitadas…
Pues lo mismo sería un peligro, porque no soy un entusiasta de mi trabajo en general…
Alguna vez me dijo una auditora que, si pudiera, cambiaría radicalmente de profesión. Algo donde viera los menos papeles posibles…
En aquel momento no la entendí del todo…
Ahora simpatizo con ella…
Yo tengo en el trabajo un atasco importante de tareas. Es un problema de organización, pero es también una forma de optimización (no hay tiempos muertos). Si me voy de vacaciones porque “estoy obligado”, no pasa nada. Si me voy de vacaciones sin estar obligado, los que esperan el resultado de mi trabajo no creo que se lo tomaran nada bien
“Estoy esperando 6 meses por X y el cachondo se va de puente a esquiar”.
Resultado, el que vio esa empresa (y otras muchas): no se toman vacaciones y los trabajadores se queman.
El ejemplo más exagerado es el de Japón, que aún teniendo los días, no se los toman porque sino alguien tendría que hacer su trabajo, o cómo se van a ir de vacaciones y dejar a fulanito esperando.
@CHISPAS
En mi primer trabajo, los únicos “ascensos” que logré, son subidas en el número de tareas, hasta que dije basta…
Vamos que me llamó el gerente a preguntarme si yo era el responsable de X, y le dije no era responsable de nada, que yo era el último mono, y que ya avisé que no iba a tener tiempo para hacer X, que suficiente hacía…
En fin, duré poco tiempo más, y no porque me despidieran, me fui yo, ya que, también, en al menos dos oportunidades de promoción no fui considerado, y tampoco querían contratar a nadie más para el Dpto. de Administración.
Cuando les dije que me iba, me dijeron, los “simpáticos” jefes que tenía en ese momento, que no solo no iban a contratar un sustituto, si no que iban a reorganizar las tareas para que lo que yo hacía se repartiera entre los que se quedaban…
Unos meses después me enteré de que no solo contrataron a un sustituto, si no que, además, contrataron a una persona extra…
Y es que, a veces, la gente no se entera de que, si hay “atascos” en el trabajo, lo que falta es Mano de Obra Adicional…
El que no he asciendan porque haces tu trabajo actual demasiado bien me es conocido. Que un jefe bloquee que te muevas porque le sacas las castañas del fuego, también lo conozco.
Pero mi comentario va más enfocado a que “barra libre de vacaciones” es un regalo envenenado que perjudica al empleado e indirectamente a la empresa.
Lo suyo es que si la empresa lo ve necesario y beneficioso, que fije buenas vacaciones. La mía da +5 respecto al mínimo legal. Pero son así para todos y son obligatorias, así que si algo no sale, no te pueden echar en cara que “no sale porque te has ido de vacaciones” sino por mala planificación o falta de recursos (=mala planificación).
Estos americanos……. han reinventado los “autónomos”…
Yo hago todas las vacaciones que quiero….. si el trabajo sale… y al final de año la verdad es que no sé que sale… para mi la libertad de cogerme un día para ir con los colegas o alargar un fin de semana no tiene precio….
Y vengo de tener responsabilidades en empresas medianas familiares…. y la verdad es que no lo echo en falta…. quizás ganaba algo más… tenía más reconocimiento…. pero tu salud para dar margen a la patronal, no lo veo claro—