En lo que llevamos de año, varios son los bancos que han iniciado una estrategia para reducir el precio de sus hipotecas, anticipándose a los próximos recortes en los tipos de interés que se espera realice el Banco Central Europeo (BCE). Parece que esta intensificación de la competencia en el mercado hipotecario es solo el inicio e irá a más.
Juan-Galo Macià, presidente de Engel & Völkers en España, Portugal y Andorra, destacó en un evento reciente que estamos presenciando una impresionante guerra de hipotecas que probablemente impulsará el mercado inmobiliario.
Esta visión es compartida por otros economistas que prevén que los bancos mejorarán las condiciones de los préstamos para fomentar la emisión de nuevas hipotecas, especialmente ahora que la morosidad se ha mantenido estable a pesar de los históricos incrementos en los tipos de interés de la eurozona.
Los bancos podrían reducir aún más las tasas de interés de sus hipotecas fijas y que, hacia finales de año, podríamos ver ofertas alrededor del 2% o incluso 1.8% para clientes con perfiles financieros sólidos.
Actualmente, existen diversas opciones de hipotecas a tipo fijo por debajo del 3% a 30 años ofrecidas por bancos como BBVA, Evo Banco, Banco Sabadell e Ibercaja. Esta tendencia a la baja en los precios probablemente se intensificará con el tiempo.
Los bancos estarían más dispuestos a ofrecer hipotecas que superen el 80% del valor de tasación, siempre y cuando los solicitantes demuestren una capacidad de pago sólida, anticipando posibles ofertas hasta del 85%, 90% o 95%.
Se espera que el aumento en la disponibilidad de créditos hipotecarios estimule el mercado de compraventa de viviendas, posiblemente retomando una tendencia alcista. Bernardos pronostica un crecimiento relevante en las transacciones, con un enfoque particular en el sector de la vivienda de segunda mano.
Respecto a los precios, se proyecta un aumento del 5% al 7%, especialmente en las grandes ciudades y sus áreas metropolitanas. Según Engel & Völkers, este aumento se nota particularmente en las propiedades de lujo, con una previsión de incremento relevante en las transacciones de inmuebles que superen el millón de euros.