Aunque el panorama para los hipotecados parece bastante despejado y ya todos descontamos que el BCE bajará los tipos en su reunión de Junio, tenemos en el horizonte una amenaza que podría cambiar drásticamente las previsiones y de hecho está impulsando al alza el valor del Euribor.
En las últimas semanas, la subida del precio del petróleo ha sido preocupante, impulsada por tensiones geopolíticas que han complicado el panorama internacional. Esta situación ha fortalecido al sector más conservador del Banco Central Europeo (BCE), conocido como los ‘halcones’, quienes abogan por mantener los tipos de interés en el 4,5%. El BCE, con sede en Fráncfort, se prepara para reunirse este jueves 11 de marzo y revisar los últimos datos económicos para decidir el rumbo de la política monetaria.
Aunque desde el BCE se ha sugerido que los cambios en la política monetaria podrían posponerse hasta junio, recientes desarrollos han llevado a algunos analistas a especular sobre la posibilidad de una acción anticipada. Entre estos factores destaca la fragilidad económica de Europa, con un crecimiento del PIB casi estancado, destacando solo España e Italia, mientras Alemania enfrenta desafíos relevantes, exacerbados por la guerra en Ucrania y la desaceleración en China, un socio comercial clave.
Esta debilidad económica en Europa contrasta con la situación en los Estados Unidos y refuerza los argumentos a favor de una reducción de los tipos de interés en la UE. Recientemente, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, admitió que la política de endurecimiento monetario podría haber contraído la economía más de lo estimado y deseado. Además, la inflación en la zona euro ha disminuido, cayendo al 2,4% en abril desde el 2,6% en febrero, según datos de Eurostat, validando la efectividad de las medidas restrictivas implementadas hace más de un año.
Sin embargo, la reciente escalada en los precios del petróleo y el aumento en los salarios y otros costos laborales, que superan las expectativas del BCE, complican la posibilidad de una política monetaria más relajada. Los ‘halcones’ del BCE argumentan que estos factores sugieren que alcanzar la meta de inflación del 2% será una tarea difícil y que cualquier reducción anticipada de las tasas de interés podría socavar los esfuerzos realizados hasta ahora.
Estos desafíos son exacerbados por la volatilidad en los precios del petróleo, un factor fuera del control directo del BCE debido a la dependencia de las importaciones de países de la OPEP y de otros como Estados Unidos y México. Fuentes del BCE han destacado que el principal problema en el horizonte sigue siendo el petróleo, cuyo precio ha aumentado significativamente, alcanzando recientemente 86,91 dólares por barril, lo que representa un incremento del 21% en el año.
Además, el precio del Brent, referencia para los países desarrollados, también ha visto aumentos considerables, superando los 91 dólares por barril recientemente, lo que marca un máximo desde octubre del año pasado. Este incremento ha coincidido con un alza en el precio del oro, que también ha alcanzado niveles récord. Estos aumentos están influenciados por la escalada del conflicto en Oriente Medio, incluyendo recientes tensiones entre Israel e Irán.
Por otro lado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, en una reciente reunión por videoconferencia, decidieron mantener su postura, lo que ha contribuido a las subidas en el precio del crudo. La OPEP+ ha enfatizado su compromiso con los acuerdos establecidos, lo que incluye ajustes en la producción hasta finales de 2024.