El enfriamiento de las expectativas de recortes de tipos por parte de las autoridades monetarias, especialmente la norteamericana, llevó la semana pasada a una corrección de los mercados de renta variable.
El mal dato de IPC americano (mayor de lo previsto) y la creciente tensión geopolítica (confirmada con el ataque de Iran a Israel) provocaron un fuerte recorte de los índices el pasado viernes, cerrando la semana con saldo negativo. Si bien la presente semana parece que se inicia con rebote tras la importante caída del viernes, serán los resultados empresariales que se conoceran esta semana (Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bank of America, Netflix, entre otros) y la evolución del precio del crudo como termómetro de la tensión geopolítica, los factores que determinarán la evolución de las bolsas.
Respecto al Euríbor, esta semana seguiremos con la resaca de la reunión del BCE (que decidió mantener tipos y prácticamente anunció una rebaja en junio) con lo que podríamos observar fuertes movimientos el lunes y el martes para estabilizarse a partir del miércoles, de momento los futuros se muestran claramente a la baja con lo que podríamos corregir las subidas de la semana pasada.
De reojo tendremos que seguir mirando los precios del petróleo que corren el riesgo de darnos un disgusto empujando la inflación al alza y por tanto retrasando la relajación de la política monetaria.