Durante los últimos años, la economía de EE. UU. ha crecido a un ritmo muy bueno quizás demasiado bueno, así que, a primera vista, los últimos datos de crecimiento del PIB conocidos en los que se aprecia un ligero enfriamiento hasta el 1.6% en el primer trimestre de este año frente al 3.4% en el cuarto trimestre del año pasado parece ser justo lo que los doctores de la Reserva Federal recetaron. Pero hay un problema: la inflación.
Los últimos datos del Índice de Precios al Consumidor muestran que la inflación está aumentando, alejándose aún más del objetivo del 2% de la Fed. Y los previsiones no son nada buenas. Los últimos datos mostraron que los precios subieron a una tasa anualizada del 3.4% en el primer trimestre en comparación con el 1.8% en el último trimestre de 2023.
El crecimiento económico lento combinado con la inflación en aumento se conoce como estanflación. Es uno de los términos más desagradables para los banqueros centrales ya que no se soluciona con la política monetaria puesto que lo que arregla una cosa (decrecimiento), estropea la otra (inflación)
Para ser justos, un dato aislado del PIB no es necesariamente indicativo de una tendencia. Aún así, el último informe del PIB de EE. UU. no es una señal agradable para la Fed.
Las bajas tasas de desempleo tienden a compensar algo del dolor que traen los altos niveles de inflación. Eso es porque las empresas generalmente solo pueden subir precios cuando las personas ganan lo suficiente para permitírselo. En contraste, cuando el desempleo es alto y la gente está recortando gastos, a las empresas les resulta difícil trasladar precios más altos a sus clientes, lo que mantiene baja la inflación.
Una de las peores oleadas de estanflación ocurrió en los años 70 y vino provocada por el aumento en los precios del petróleo debido al embargo petrolero árabe a EE. UU. y otros países que apoyaron a Israel en la Guerra del Yom Kippur de 1973, lo que aumentó dramáticamente el coste de vida.
El CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, piensa que la historia podría repetirse.
La economía de EE. UU. “se parece más a la de los años 70 de lo que hemos visto antes”, dijo a principios de esta semana en un evento organizado por el Economic Club de Nueva York. Repitió ese mensaje en una entrevista con el Wall Street Journal publicada el jueves antes de que se liberara el informe del PIB. “Las cosas parecían bastante optimistas en 1972 pero no lo fueron en 1973”, dijo Dimon.
Lo cierto es que hay paralelismos inquietantes con los años 70, con tensiones geopolíticas elevadas en Medio Oriente y precios del petróleo en aumento, pero muchos economistas creen que EE. UU. no está cerca de la situación que enfrentó entonces cuando la inflación llegó al 12%.
Pero el creciente consenso entre economistas y estrategas de inversión es que los días de la economía de Ricitos de Oro (de lo que hablamos por aquí hace unos meses), donde la inflación bajaba sin desacelerar el PIB, están contados.
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Gran artículo en base a tus amplios conocimientos de economía y de EEUU. O más bien otro PLAGIAZO...
Que pesaico con el tema de plagios... si no te gustan los artículos ahí tienes la puerta... lo dices una vez, vale genial, lo dices dos... perfecto, pero si lo dices 34.508 ya empiezas a ser muy cansino y solo quedas como un tío con rencor... con mucho rencor... y lo peor de todo es que al escribir estas líneas siento que estoy alimentando a un troll. Un afectuoso saludo.