La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo ha alcanzado un nuevo récord histórico sumando un total de 315,1 billones de dólares (292,7 billones de euros) según los datos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
Según el presidente de World Economic Forum, “No hemos visto este tipo de deuda desde las Guerras Napoleónicas”. “Nos estamos acercando al 100% del PIB mundial en deuda (pública)”.
La advertencia sobre la deuda llega en medio de una creciente alarma por todo el déficit que se ha acumulado en los últimos años, especialmente de las principales economías como Estados Unidos y China. Aunque son las economías emergentes las que han visto aumentar más su deuda conjunta a 105,4 billones de dólares (97,9 billones de euros) desde los 101,1 billones de dólares (93,9 billones de euros) a principios de 2023. hace solo diez años, este número rondaba los 55 billones de dólares (51,1 billones de euros).
En esta subida, destacan países como Estados Unidos, Japón, Irlanda y Canadá entre los países ricos, mientras que China, India y México lideraron el incremento en las naciones emergentes. sin embargo, Suiza, Alemania, Corea del sur, Tailandia y Brasil lograron reducir sus deudas.
Por sectores económicos, el IIF señaló que, a nivel global, los hogares aumentaron su deuda a 59,1 billones de dólares (54,9 billones de euros) desde los 58,2 billones de dólares (54,1 billones de euros) anteriores, mientras que las empresas registraron un endeudamiento de 94,1 billones de dólares (87,4 billones de euros), en comparación con los 92,6 billones de dólares (86 billones de euros) del periodo precedente.
Además, los gobiernos no lograron reducir su deuda, llegando a deber 91,4 billones de dólares (84,9 billones de euros) frente a los 86,4 billones de dólares (80,3 billones de euros) del año anterior. el sector financiero también vio crecer su pasivo a 70,4 billones de dólares (65,4 billones de euros) desde 69,8 billones de dólares (64,8 billones de euros).
Según el informe, aunque las perspectivas económicas mundiales a corto plazo son relativamente optimistas, la persistente inflación, especialmente en Estados Unidos, sigue siendo un riesgo importante que aumenta los costos de financiación globales.