Las vulnerabilidades para la estabilidad financiera en la zona euro han disminuido gracias a la mejora de las perspectivas económicas, la continua bajada de la inflación y la recuperación de la confianza de los inversores, lo que permitirá al BCE bajar los tipos de interés el próximo 6 de Junio. No obstante el último Informe de Estabilidad Financiera publicado por el Banco Central Europeo (BCE) quiere rebajar este optimismo y advierte que las perspectivas siguen siendo frágiles debido a los riesgos geopolíticos.
“Los riesgos geopolíticos siguen nublando las perspectivas de estabilidad financiera”, ha señalado el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
El informe subraya que los mercados financieros siguen siendo vulnerables a nuevas perturbaciones adversas. Aunque las expectativas de bajadas de tipos han impulsado el optimismo de los inversores, el BCE advierte que este sentimiento puede cambiar rápidamente.
En particular, el BCE destaca que “una tensión geopolítica aguda” podría provocar volatilidad en los mercados, con la posibilidad de reacciones desmedidas amplificadas por entidades no bancarias con fragilidades de liquidez.
Por otro lado, la institución señala que las estrictas condiciones financieras continúan poniendo a prueba la resiliencia de algunos hogares, empresas y gobiernos vulnerables de la eurozona. No obstante, destaca que los ratios deuda/PIB de hogares y empresas han disminuido a niveles inferiores a los previos a la pandemia, lo que ayuda a mitigar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda.
Sin embargo, se espera que la deuda soberana se estabilice en niveles más altos que antes de la pandemia, lo que hará que las finanzas públicas sean más vulnerables a perturbaciones. Además, los costes del servicio de la deuda podrían aumentar en todos los sectores económicos a medida que los pasivos que vencen se ajusten a los tipos de interés más altos.
El BCE también subraya una desaceleración en los mercados inmobiliarios, especialmente en el segmento comercial, donde se observa “una importante corrección de precios”. Por su parte, los mercados inmobiliarios residenciales muestran algunos signos de estabilización tras una corrección ordenada de precios.
“Si bien las condiciones de estabilidad financiera han mejorado con la reducción de los riesgos de recesión y la menor inflación, es importante seguir aprovechando la resiliencia del sistema financiero ante la incertidumbre económica y geopolítica global”, ha añadido Guindos.
El BCE destaca que los bancos de la zona euro han demostrado ser resistentes, aunque las bajas valoraciones del sector indican preocupaciones de los inversores sobre la durabilidad de la rentabilidad bancaria. Los desafíos para los bancos pueden surgir de la calidad de los activos, los mayores costes de financiación y el huella en los ingresos debido al crecimiento moderado de los préstamos y menores ingresos por préstamos a tipo variable.
“En general, el sistema bancario de la zona del euro está bien equipado para hacer frente a estos riesgos, dadas sus sólidas posiciones de capital y liquidez”, concluye el BCE, subrayando la necesidad de preservar y fortalecer la resiliencia de las entidades en un contexto macrofinanciero incierto.
En este contexto, la institución considera aconsejable que las autoridades macroprudenciales mantengan los colchones de capital existentes para garantizar que estén disponibles en caso de dificultades. También sugiere medidas basadas en los prestatarios para garantizar normas crediticias sólidas.
Finalmente, el BCE apunta que la implementación de un marco macroprudencial integral para las entidades no bancarias y una supervisión más integrada a nivel de la UE jugarían un papel importante en la mitigación de riesgos para la estabilidad financiera. Un sector financiero no bancario resiliente apoyaría el progreso hacia una unión de mercados de capitales en Europa, asegurando que estas entidades proporcionen una fuente estable de financiación para la economía real a lo largo del ciclo.