El aumento del Euríbor en los últimos años ha impactado de manera desigual a las familias con hipotecas variables en España. Las hipotecas más recientes han experimentado incrementos en los intereses hasta 11 veces más que las hipotecas más antiguas. Esto se debe al sistema de amortización francés, que es la fórmula de cálculo de la cuota hipotecaria utilizada en España. Con este sistema, la mayor parte de los intereses de la deuda se pagan en los primeros años del préstamo, lo que significa que durante este periodo inicial se devuelve muy poco del capital prestado y se abonan principalmente intereses.
El sistema de amortización francés permite tener una cuota constante, es decir, se paga la misma cantidad todos los meses. Sin embargo, al principio del préstamo, una mayor proporción de la cuota se destina a los intereses y una menor parte al capital. A medida que pasan los años, esta situación se invierte: se paga más capital y menos intereses. Este detalle es importante porque, en un contexto de tipos de interés elevados, realizar una amortización anticipada de la hipoteca lo antes posible puede resultar beneficioso, ya que a largo plazo se pagarán menos intereses.
El contexto actual difiere significativamente del vivido durante la crisis inmobiliaria de 2008. En los últimos años, se han firmado menos hipotecas y la proporción de préstamos a tipo fijo ha aumentado notablemente. Esto ha ayudado a amortiguar el impacto de las subidas de tipos de interés en los hogares. Las hipotecas a tipo fijo ofrecen estabilidad en los pagos mensuales, independientemente de las fluctuaciones del Euríbor, proporcionando una mayor tranquilidad a los prestatarios en tiempos de incertidumbre económica.
A pesar de que las perspectivas futuras para la inflación son más favorables, el Banco Central Europeo (BCE) aún no ha comenzado a bajar los tipos de interés (lo hará el próximo 6 de junio). Esto implica que la reducción del Euríbor será más lenta de lo que se había previsto el año pasado. Las familias con hipotecas variables deben estar preparadas para un periodo prolongado de tipos de interés elevados, aunque aquellos con la capacidad de realizar amortizaciones anticipadas pueden amortiguar parte de este impacto.