El último trimestre del año pasado nos las prometíamos muy felices con las expectativas de una fuerte rebaja de los tipos de interés en la zona euro, se estimaba que el BCE comenzaría a relajar su política monetaria en Marzo y volviese a hacerlo en Junio.
Esto llevó a que el euríbor bajase hasta el 3,513%, cifra con la que comenzamos este 2024. Desgraciadamente desde que comenzó el año los mercados financieros han moderado sus expectativas de recortes de tipos. Este aplazamiento en las expectativas de recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) llevó al Euríbor a iniciar una tendencia alcista durante el primer trimestre. En febrero, el Euríbor rompió con tres meses consecutivos de descensos y cerró el mes en un 3,671% de media, superando ligeramente el valor de enero. En marzo, el Euríbor registró su segunda subida mensual consecutiva, cerrando el mes en el 3,718%, su nivel más alto desde noviembre. En abril, el indicador mostró una tendencia mixta con subidas y bajadas, pero finalmente cerró el mes en el 3,703%, lo que representa una leve disminución respecto al mes anterior.
Mayo nos dará un pequeño descanso ya que cerrará el mes con una media aproximadamente del 3,66%, esto no solo supone una bajada respecto al mes anterior, sino que también se encuentra por debajo del valor registrado en mayo de 2023 (3,862%). Este cambio a la baja se traduce en una reducción de las cuotas para los hipotecados que revisen su interés de forma anual durante estos días. Aunque estas rebajas aún son pequeñas, lo importante es la tendencia descendente del indicador.
La gran incógnita ahora es qué sucederá con el Euríbor en los próximos meses. Como siempre, esto dependerá de la evolución de los tipos de interés de referencia del BCE, y parece cada vez más claro que los recortes de tipos están próximos aunque no serán tan fuertes como nos gustaría. En su reunión de abril, el BCE mantuvo los tipos sin cambios, pero podría ser la última vez, ya que dejó claro a los mercados su disposición a relajar la política monetaria en su próxima reunión de junio. A largo plazo, aunque los últimos datos de inflación de la eurozona probablemente no alteren los planes del BCE de recortar los tipos en junio, podrían justificar un ritmo más lento de recortes en 2024.
La cuestión clave ahora es el ritmo de los recortes más allá de junio, que dependerá de los próximos datos, especialmente los de inflación. Los mercados prevén aproximadamente 75 puntos básicos de recortes este año, es decir, un primer recorte de 25 puntos básicos en junio seguido de otros dos de la misma magnitud, lo que nos parece realista. Sin embargo, si los próximos datos de inflación sorprenden al alza, el BCE podría adoptar un ritmo más lento de recortes este año. Además, parece haber un desfase de unos seis meses entre los datos de inflación de la eurozona y los de EE.UU., por lo que podría ser prematuro que el BCE declare la victoria sobre la inflación.
En cuanto a la evolución del Euríbor, el indicador ya está descontando la rebaja de tipos del BCE prevista para junio, por lo que no es de esperar que baje mucho más en lo que resta de mes. A corto plazo, esperamos que el Euríbor cotice en un rango del 3,6%-3,7% y termine el año ligeramente por debajo del 3.5%, siempre y cuando no haya un repunte preocupante de la inflación que altere los planes del banco central.