El aumento constante del Euríbor, índice de referencia para las hipotecas en España, ha puesto en apuros a numerosos hogares. A medida que las cuotas de las hipotecas crecen mes tras mes, muchos se encuentran en una situación asfixiante, con el 20% de los propietarios con hipotecas a tipo variable batallando para cubrir sus pagos.
El índice se sitúa actualmente en el 2.489% y aunque estamos lejos de los máximos alcanzados en 2008 muchos de los hipotecados actuales contrataron su hipoteca variable con tipos negativos con la esperanza de que la era del dinero barato durase muchos años.
Para los propietarios de viviendas, esto significa que las cuotas de la hipoteca están consumiendo una porción cada vez mayor de sus ingresos. Tradicionalmente, se recomienda que las cuotas hipotecarias no excedan el 30% de los ingresos, pero con las recientes subidas del Euríbor, muchos propietarios se ven presionados para hacer frente a los pagos.
Ante esta situación, los expertos ofrecen varios caminos. Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN, sugiere que los propietarios podrían considerar la venta de su vivienda para saldar sus deudas hipotecarias, afortunadamente el mercado inmobiliario sigue muy fuerte e incluso se podría obtener un beneficio con respecto al precio de compra. Sin embargo, esta opción es la última opción y la que nadie querría ponerla en práctica.
Una alternativa podría ser solicitar una reestructuración de la deuda a través del nuevo código de buenas prácticas. Esto podría implicar extender el plazo de amortización, años de gracia y reducción de intereses. Pero para acceder a este recurso, se deben cumplir ciertos requisitos: la hipoteca debe ser inferior a 300.000 euros, los ingresos deben ser inferiores a 1.800 euros mensuales, y la cuota hipotecaria debe superar el 50% del salario.
Si estas soluciones no resultan efectivas, otra opción podría ser negociar con el banco una reducción de la deuda, conocida como “quita”. Otra posibilidad sería ofrecer la vivienda al banco como dación en pago, es decir, transferir la propiedad a cambio de cancelar la deuda. Esta es una alternativa dolorosa pero que lamentablemente cada vez se realiza más.
En resumen, las subidas del Euríbor están generando una creciente presión sobre los propietarios con hipotecas, especialmente aquellos con hipotecas a tipo variable. En este entorno de creciente incertidumbre, es importante que los propietarios examinen todas las opciones disponibles para manejar su deuda y buscar asesoramiento profesional si es necesario.