Las hipotecas fijas están atravesando un delicado momento y si bien todavía representan algo más de la mitad de las contratadas su peso ha disminuido progresivamente desde el inicio de las subidas del BCE.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en marzo se concedieron 29.653 hipotecas para la compra de vivienda, un 18,1% menos que el año anterior. De este total, el 52,6% fueron hipotecas a tipo fijo, el porcentaje más bajo desde enero de 2021, cuando superaron el 50%.
En los últimos tres años, las hipotecas fijas han pasado por dos etapas. Inicialmente, su peso creció hasta alcanzar el 75,2% de las firmas en julio de 2022, coincidiendo con la primera subida de tipos del BCE. Desde entonces, las hipotecas variables han ido ganando terreno, representando actualmente casi la mitad de las nuevas firmas, un cambio relevante desde los niveles de hace dos años, cuando apenas representaban una de cada cuatro.
El BCE ha subido gradualmente los tipos de interés para controlar la inflación, alcanzando un máximo histórico del 4,5% desde septiembre pasado. Este endurecimiento impulsó el euríbor, índice clave para las hipotecas variables en España, que pasó de valores negativos a superar el 4% en 2023, niveles no vistos desde 2008.
Las hipotecas fijas, por su seguridad, han sido la opción preferida pese al aumento de los tipos de interés. “Los ciudadanos buscan la estabilidad de una hipoteca fija después de ver la volatilidad del mercado y los riesgos financieros”, comenta María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. Sin embargo, los bancos endurecieron las condiciones de las hipotecas fijas para promover las variables. “Cuando los tipos comenzaron a subir, los bancos promovieron las hipotecas variables y mixtas, retirando casi por completo las fijas de sus ofertas”, añade Matos.
Con la esperada bajada de los tipos de interés, se espera que los bancos adapten sus ofertas y las hipotecas fijas recuperen atractivo. “Preveo una competencia entre entidades para captar el mayor número de clientes posible”, dice Matos, quien anticipa que las hipotecas mixtas perderán relevancia. “Si el euríbor baja y los tipos fijos se vuelven más competitivos, las mixtas no tendrán sentido”, añade.
De hecho, algunas entidades ya ofrecen hipotecas fijas con tipos por debajo del 3%, una cifra que hace un año parecía inalcanzable. Esta competencia podría revitalizar el mercado hipotecario, que mostró signos de recuperación a principios de año, moderando su descenso al 10,3% en enero y creciendo un 3,8% en febrero.
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