El proceso de desinflación en la zona euro seguirá avanzando hasta alcanzar la meta del 2% el próximo año, aunque los próximos meses serán complicados, e incluso podría haber un repunte en la tasa de inflación. Sin embargo, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, confía en que “a partir de final de año” la inflación se moverá claramente hacia el objetivo de estabilidad de precios.
“Los próximos meses no van a ser sencillos”, advirtió Guindos en una entrevista con Onda Cero. Anticipó que la inflación en Europa podría acelerarse ligeramente, aunque destacó que el BCE está convencido de que “a partir de final de año la inflación va a converger claramente hacia el objetivo de estabilidad de precios”.
Tras la decisión del Consejo de Gobierno del jueves pasado de reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, el exministro español de Economía subrayó la confianza de la institución en que la inflación está disminuyendo “y va a continuar reduciéndose”, por lo que se espera que para el próximo año ronde el 2%.
A pesar de esto, el vicepresidente del BCE enfatizó que el Consejo de Gobierno “no tiene ninguna senda predeterminada de evolución de tipos” y se mantiene abierto a los datos entrantes, sin olvidar la elevada incertidumbre. Entre los riesgos mencionó los geopolíticos, la fragmentación económica, la evolución de China y los importantes procesos electorales en Europa y en EE.UU. a final de año.
“El nivel de incertidumbre seguramente es el más elevado en estos momentos para la economía europea en muchas décadas”, señaló Guindos, defendiendo la postura del BCE de no seguir una hoja de ruta predeterminada en cuanto al número de bajadas y la cuantía de las mismas. “Vamos a ser dependientes de los datos”, concluyó.
Por tanto a los hipotecados les toca todavía tener un poco más de paciencia ya que el Euribor seguirá en los niveles actuales durante mucho tiempo.