La bajada de tipos realizada por el BCE este jueves ha sido sin duda una noticia muy esperada por los hipotecados pero no tanto por los ahorradores.
Es verdad que en los últimos dos años, los ahorradores han disfrutado de una rentabilidad significativa gracias a las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, se preparan para enfrentar una nueva travesía por el desierto.
Todo comenzó en julio de 2022, cuando Christine Lagarde, presidenta del BCE, anunció la primera subida del precio del dinero en más de una década. Esta medida puso fin a un largo periodo de sequía para el ahorro más conservador, que durante años no había encontrado alternativas interesantes de inversión.
Durante estos dos años, los ahorradores han tenido múltiples oportunidades para hacer trabajar su patrimonio. Depósitos, cuentas remuneradas, letras del Tesoro y fondos monetarios han ofrecido rendimientos atractivos, convirtiéndose en refugios seguros y rentables.
Sin embargo, esta era dorada ha sido breve. Con el reciente recorte de tipos de 25 puntos básicos, ya estamos en el inicio de la cuenta atrás. La única esperanza para los ahorradores es que las futuras bajadas de tipos no sean demasiado agresivas y que las caídas en las rentabilidades sean lentas y graduales.
Este panorama permitiría a los ahorradores aprovechar sus últimos cartuchos antes de que los productos conservadores pierdan su atractivo.
El precio del dinero sigue alto
A pesar de este recorte, no debemos olvidar que el precio del dinero seguirá siendo alto durante un buen tiempo, tal como ha confirmado Christine Lagarde. Esto significa que todavía habrá oportunidades para sacar provecho del ahorro.
Esta misma semana, la subasta de letras a 6 y 12 meses concluyó con intereses del 3,3% y 3,4% respectivamente, lo cual no está nada mal. Asimismo, los depósitos siguen ofreciendo rendimientos cercanos al 4%, una oportunidad que los ahorradores deben aprovechar antes de que las rentabilidades empiecen a disminuir.
Malos tiempos para el ahorro conservador
Es hora de aprovechar estas oportunidades, porque a partir de ahora, las rentabilidades comenzarán a caer. Se avecinan tiempos difíciles para el ahorro conservador, y los ahorradores deben estar preparados para enfrentar esta nueva realidad.